Un viejo vicio.

A lo mejor me estoy metiendo donde no me llaman, que no digo que no. Últimamente he evitado hablar de temas súper candentes y susceptibles de polémicas salvajes e irreflexivas, porque bastante tengo con bregar con las polémicas en el mundo no virtual. Pero esta vez, vaya, me voy a arriesgar.

Resulta que está el mundo-Twitter agitado por la cuestión feminista. Básicamente es que todo el mundo se está pegando su carnet de feminista en la frente y diciendo que ése es el bueno. Hasta quien dice que no es feminista, lo dice porque el otro feminismo no es feminismo. No sé si me explico. Supongo que no. Ahora mismo la polémica se centra en un artículo de Clara Grima, científica y divulgadora, y en varios artículos de Barbijaputa: No todos los hombres, que creo que es el germen de la polémica, y su respuesta a Clara Grima, el artículo Sor Feminista. ¿Mi opinión? Pues que hay mucha pincelada de brocha gorda, como parece ser común en estos medios. Algunos dirán que porque Twitter no es el medio adecuado para sutilezas (y puede que tengan razón), pero yo creo que los que no estamos por la sutileza somos nosotros. 

La cosa empieza con el tema del miedo que algunas mujeres tenemos a los hombres, y me incluyo. Últimamente parece hablarse mucho del tema (yo misma lo hice aquí) y no deja de parecerme sorprendente que tanta gente se esté llevando las manos a la cabeza. Cuando se saca el tema muchas mujeres empiezan a contar historias a las que puede que ni siquiera hubiesen dado importancia, empiezan a perfilar ese miedo, esa inseguridad poco definida y a identificarla. Pero en lugar de poner el foco en el problema, en lugar de mirar a la luna, pues se mira al dedo. Y el personal se solivianta y empieza a decir que las mujeres son injustas, que meten a todos los hombres en el mismo saco, cuando no que son unas histéricas o unas feminazis exageradas que se lo están inventando todo. 



(A mí lo que más me gusta es cuando dicen que las mujeres son injustas con los hombres por tenerles miedo. Como si pudieran elegir.)


No voy a ser yo la que diga que en todo hombre hay un agresor. Lo que sí puedo decir, y hablo de mi experiencia, es que cuando yo he ido por la calle, o en metro, o en autobús, o he estado tomando algo en un bar, no he sabido distinguir al agresor del que no lo es y he acabado por estar insegura ante todos. No siempre he sido así, ojo. Esto no es genético: es fruto de mi experiencia. Porque las primeras veces que me sobaron, persiguieron, agredieron, no me lo esperaba. Pero cuando te pasa unas cuantas veces tiendes a hacerte desconfiada, al menos es lo que a mí me pasó. ¿Soy una histérica? Pues habrá quien piense que sí. Pero esto no es algo que yo elijo, no es que yo, feminazi anti-hombres, quiera ser injusta con el otro sexo y que los odie a todos. Es que no puedo evitarlo. ¿Pensáis que para mí era agradable tener miedo de cada hombre con el que empezaba una relación? No lo era. No es placentero estar siempre a la defensiva, alerta, buscando gestos, tics, expresiones, que delaten al machista, al violento, al agresor, porque no quieres convertirte en víctima. No todos los hombres con los que me he relacionado han dado en ser machistas, violentos y agresores (algunos sí, por desgracia), pero de todos, desde un determinado momento de mi vida, he sentido miedo hasta que he llegado a conocerles un poco. 

Esto no significa que yo crea que todas las mujeres tengan que sentirse así, que tengan que tener miedo, que tengan que llevar las llaves entre los dedos o el 112 marcado en el móvil cuando van por la calle solas. Pero sé que yo hacía algunas de estas cosas y sé que no soy la única. Por descontado que hay mujeres más seguras de sí mismas, que no han tenido las mismas experiencias que yo y que no tienen miedo. Pero hay otras muchas que sí. Y a lo mejor habría que preguntarse por qué, más allá de decir que son histéricas, que están locas o que lo hacen por joder a los hombres.

Y sí, sé que puede ser incómodo para ti como hombre pensar en sí mismo, o para una madre pensar en su hijo como potencial agresor, pero el hecho es que ese hombre, o ese hijo, pueden ser ángeles caídos del cielo, almas bondadosas y demás, pero casi con toda probabilidad en algún momento una mujer los mirará con miedo. Y ella no tiene la culpa. 


Me apostaría algo a que las personas en general, y las mujeres son personas, prefieren vivir sin miedo.


Por otra parte, también entiendo la postura de Clara y de muchxs de los que se han puesto de su parte. A mí también me han retirado el carnet de feminista muchas veces y jode lo indecible. Cuando he dicho que quiero tener hijos, por ejemplo, y que en el momento en el que lleguen me gustaría que su educación y crianza fuese mi máxima prioridad.  O cuando he rechazado aplicar en mi vida algunos postulados pertenecientes a ciertos feminismos. Del mismo modo, también me han dado el carnet de feminista extrema cuando he dicho otras cosas, como cuando hablo del miedo o la inseguridad permanente de muchas mujeres en el espacio público.  Esto es un poco como lo que contaba Don Juan Manuel del padre, el hijo y el burro: hagas lo que hagas te estarás equivocando a los ojos de alguien. 

Sin embargo lo que no entiendo es que se renuncie al feminismo porque "otros" lo practican o lo predican de otra manera. Yo soy feminista y creo en la lucha feminista pasada, presente y, por desgracia, futura (por desgracia, porque hará falta). Aunque no comulgue con todos los feminismos del mundo (que hay muchos, y haríamos bien en ir aceptando ese hecho). A mí, por mucho que lo intenten, nadie va a arrebatarme el "carnet" o a obligarme a renunciar a él. 

¿Sabéis cuál creo que es el problema de fondo? Que se está perpetuando una práctica machista. Se ha adoptado el vicio machista de decir a la mujer cómo tiene que ser. En este caso, cómo tiene que ser (o pensar, o comportarse, o sentir) para ser verdaderamente feminista y, por extensión, para ser verdaderamente mujer, en el más amplio sentido. Si una mujer decide enseñar sus pechos habrá quien considere que perjudica al feminismo porque están perdiendo su dignidad, utilizando su cuerpo como objeto, etc., y otros que lo consideren un desafío, una rebelión. Si una mujer decide operarse el pecho habrá quien piense que está cediendo a cánones machistas que sexualizan en exceso a la mujer, y quien piense que es un logro de la mujer poder actuar y decidir sobre su cuerpo, incluida su apariencia. Si una mujer decide no tener hijos, habrá quien piense que está faltando a su esencia femenina y quien piense que hace muy bien al tomar las riendas de su vida saliéndose de imposiciones y convencionalismos. Si decide ser madre, habrá quien opine que ha claudicado a la presión y quien crea que ha tomado una decisión legítima que la empodera. 

Feminismo es muchas cosas. Luchar, reivindicar, educar. Pero si al final una mujer, individualmente, no puede elegir cómo quiere vivir su vida, ser, aparecer ante los demás, si tiene que sentirse culpable por sentirse o no sentirse de una determinada manera, si mandamos callar a otra mujer porque no piensa como nosotras, etc., ¿de qué sirve todo esto? Si otras personas, especialmente si otras mujeres, van a estar desacreditándola permanentemente como mujer por hacer esto o aquello, ¿para qué tanta lucha? Y de este mal, a mi parecer, está pecando casi todo el mundo. Y creo que así vamos mal. 

Pero, ¿qué sabré yo? A mí no me preguntéis, solo soy una chica, ji-ji-ji. 


Comentarios

  1. ¡Hola! Vaya por delante que no pretendo ofender a nadie con mi comentario, pero si bien es cierto que las mujeres no podéis elegir no tener miedo hacia los hombres, porque el miedo no es algo que puede controlarse, y es injusto el hecho de tener que sentir miedo sea a lo que sea; también lo es el hecho de que por nacer con pene tengamos que ser tratados como personas violentas en potencia.

    No es que mi círculo de amistades dé como para hacer un riguroso estudio científico, pero por lo que puedo conocerles no creo que ninguno de ellos maltratara a ningún otro ser humano —sea hombre o mujer— por simple superioridad o por vete tú a saber qué motivos se les pase por la cabeza a los maltratadores. Y si tuviera la más mínima duda que me llevara a pensar así no serían amigos míos, que de agresividad ya voy servido para toda la vida de mi época escolar.

    Cuando un humano nace tiene un 50% de probabilidades de ser un psicópata, un ladrón, un drogadicto, un ludópata o, como ocupa el caso, un maltratador. Pero creo, desde mi humilde opinión, que por tener un 50% de probabilidades de serlo no deberíamos dar por hecho que lo es hasta que demuestre lo contrario.

    Por darte una idea de lo que pasa por mi cabeza con la generalización de la que hablo: pienso que, sin conocerme de nada, que alguien pueda dar por hecho que puedo ser un maltratador me apena bastante. Y quizá por eso mismo ni siquiera pueda llegar a conocerme esa persona para saber si realmente lo soy o no. Y digo conocerme a mí, como podría decir a cualquier otra persona mucho más interesante que pueda haber en el mundo.

    Un saludín. :P

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    1. Es que no dan por hecho que tu seas maltratador... no te conocen! Y por eso mismo, como no te conocen , cabe la posibilidad de que lo seas.

      O un ladrón, o un psicópata o cualquier otra cosa.

      Es así. Es injusto, pero no es culpa de ellas.

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    2. A ver, yo me alegro de que tú y tu círculo de amistades seáis perfectamente inofensivos. En serio. Me alegro de que seáis de esos que nunca han dicho una burrada a una mujer, ni le han tocado el culo, ni la han hecho sentir incómoda. Pero como a mí en muchas ocasiones chicos aparentemente inofensivos sí me han hecho sentir incómoda, o me han tocado o cosas así, pues es lo que hay, no lo puedo evitar. Prefiero pasarme de precavida que acabar jodida. Tampoco es justo que yo, por no tener pene, esté expuesta a que cualquier desaprensivo me toque, me insulte, me diga obscenidades, me persiga a casa, se propase...

      Si pudiera pedirte algo, y también sin ánimo de ofender, sería que la próxima vez que te sientas mal porque una chica se cambia de acera o similar, pienses en lo que ha debido de pasarle antes.

      Y no sé cómo es en el caso de otras mujeres. Pero yo no pienso que todos seáis maltratadores o machistas. Solo voy con precaución, por si acaso. Para mí es casi instinto de supervivencia.

      Es triste que parte de un sexo tenga miedo del otro. Pero ya digo, no es un miedo gratuito.

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  2. Macho tío... con lo fácil que sería respetarnos todos y dejarnos de tanta disquisición.

    Que complicativo todo, pardiez! XS


    Te quiero, Cariño! <3

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  3. Estas guerras entre feministas, por desgracias, las he visto demasiadas veces... Y conste que me parece normal (y hasta sano) que haya pluralismo en el feminismo, porque lo hay: el feminismo no es una corriente monolítica. Se debería hablar de feminismos, en plural. Pero supongo que el problema está cuando alguien defiende que su feminismo "es el auténtico".
    Y totalmente de acuerdo con el comentario de Jack.
    ¡Un abrazo!

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    1. Está bien que haya pluralismo y debate. Pero al final es que parece que caemos en lo de siempre: en el paternalismo, en acusar a ls mujeres de no saber, por sí mismas, lo que quieren, piensan o les conviene, o en juzgarlas por todo. >_<

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  4. A mi modo de ver, la tercera ola del feminismo consiste, precisamente, en que cada mujer se defina libremente. Porque, como leí en un blog romántico, "there's no wrong way to be a woman".
    Nadie nos puede decir que las mujeres tenemos que ser de una u otra forma.
    Todas somos feministas, porque no vamos a devolver nuestro derecho al voto ni vamos a decir: "eh, págame menos por el mismo trabajo", ¿verdad?
    Miedo a los hombres, así, en general, no lo comparto, porque no he tenido ese tipo de experiencias. Pero sí he oído lo de que "todo hombre es un violador en potencia". Dependerá, posiblemente, de la experiencia de cada cual.
    Lo de que, en ciertas circunstancias, lleves las llaves en la mano, o el móvil con el 112 es como lo de no meterse en ascensores con desconocid@s o vigilar el bolso cuando estás en mercadillos. Elemental prudencia porque en ciertas circunstancias se producen más delitos que en otras, perpetrados por hombres o por mujeres y pudiendo ser víctimas tanto hombres como mujeres. Quizá nosotras somos más conscientes de los peligros que ellos, eso es todo.

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    1. Estoy muy de acuerdo con la primera parte de tu comentario, no tanto con el final. Mi inseguridad en la calle no tiene que ver tanto con que me roben, ni siquiera con que me violen (un delito que creo que no padecen por igual hombres y mujeres y que no perpetran por igual hombres y mujeres), sino con que me increpen, me hagan sentir violenta, me "toquen"... A mí sí me han pasado todas esas cosas y creo que no es algo que pase por igual a hombres y mujeres. Pero, por supuesto, no creo que todas las mujeres tengan que tener miedo a los hombres, en general y en abstracto. Ojalá ninguna tuviera que tenerlo :P

      Gracias por tu comentario, Bona :) A ver si nos montamos todos en esa tercera ola ^^

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  5. Bueno, al final me he decidido, Bea.

    La peor experiencia que recuerdo de este tipo fue en 4º de la ESO con 15-16 años. Dos o tres chicos de la clase cogían a varias chicas y una por una las subían a la mesa del profesor, cuando el profesor no estaba, y las sobaban y les restregaban todo el nabo, con la ropa puesta, eso sí. Era como una violación, pero todos llevando ropa. Esto pasaba delante de toda la puta clase. Las chicas nos defendíamos entre nosotras con barreras de mesas y pupitres para que no nos tocaran, pero siempre cogían a algunas. Principalmente a dos chicas, populares, boniquetas, ellas se llevaron lo peor... A veces las veía llorando en clase cuando se iba el profesor, escondidas debajo de una mesa, etc. Lo increíble es que nadie, yo incluida, dijo nunca nada. Todas estábamos acojonadísimas por las repercusiones que eso podría tener por parte de los chavales, ninguna quería que nos pasara lo mismo. Puede que fuéramos cobardes o simplemente muy niñas o quizás nos daba vergüenza decirlo porque nos parecía humillante. Pero nunca se habló de aquello con profesores o gente que pudiera ayudar. A veces, ya siendo adulta, he contado la historia y la gente me ha juzgado por no haberlo contado en su momento diciendo cosas como que ellos sí lo habrían contado o como que con 16 años ya era mayorcita o blablabla. Quizás tengan razón, pero me sorprende el hecho de que no juzguen a los que lo hacían, y sí a las víctimas.

    El caso es que en 1º de la ESO, sufrí un caso de acoso, lo conté al profesor, el profesor no me hizo ni puto caso, y a lo mejor por eso, no lo conté. En ese curso pusieron a un chaval detrás de mí que me tocaba la espalda como acariciándome, no era nada del otro mundo, no tocaba ninguna parte íntima, pero me molestaba. No quería que me tocara. Se me ocurrió contarlo al profe de religión porque en aquel momento era nuestro tutor, y aunque me acabó cambiando de sitio (a mí, no a él), le costó muchísimo hacerlo. Este profesor se pensaba que quería cambiarme de sitio a saber por qué, no se fiaba de mí, cuando el que estaba haciendo mal era el otro. La prueba está en que me cambió de sitio sí, pero seguía estando cerca del acosador y me puso en primera fila de clase. Tiempo después, y otra prueba de que este hombre no escuchó una mierda de lo que le dijé, el tío puso a otra chica delante del chaval éste. A lo que éste le empezó a tocar la espalda, pero luego también intentaba tocarle los pechos. Eso, en medio de clase, mientras el profesor de turno impartía sus clases. ¿Nadie lo veía? ¿De verdad?

    En fin, me pasé de 1º a 4º de la ESO, incluso puede que más cursos, llevando un martillo en la mochila. En 1º o en 2º había que llevarlo para tecnología, pero yo acabé llevándolo muchos más años, no fue casualidad.

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    1. Me parece muyyyyyy, muyyyyy fuerte. Muy fuerte. Toda la situación, así en general. Y no me sorprende que las víctimas no hablen -el miedo es fuerte-, sino que entre los chicos ninguno direa la cara. Es lo mismo del bullying y demás. >_<

      Madre mía, lo del martillo. Es que es muy fuerte. Para que luego vengan a llamarnos histéricas.

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  6. Con respecto a la tercera ola del feminismo. A mí me encanta porque es al resto del feminismo lo que fue Nietzsche al resto de la Historia de la Filosofía. Rompe con el hecho de que exista sólo un feminismo, es consciente de que lo que hay son feminismos. Rompe con el hecho de que la definición de feminismo se refiera sólo al colectivo de las mujeres. Las mujeres son un colectivo importante, pero hay más colectivos afectados por las desigualdades sexo/género. Rompe con el intento de definición sobre la identidad de las mujeres. Rompe con los megarrelatos feministas. En fin, a mí me gusta mucho. El problema es que se ha malinterpretado mucho a Judith Butler, es una autora muy compleja, y no todo el mundo la entiende. La teoría queer, por ejemplo, y en algunos casos, no en todos, ha acabado haciendo más propaganda que activismo real. Y eso tampoco puede ser. Pero bueno, es lo que vosotras decís, existen los feminismos, y hay que saber mirarlos todos en su conjunto, pero también en su contexto específico.

    En fin, habló en martillo, nunca mejor dicho, XD

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    1. Tengo que leer algo a Judith Butler. Sé que tú pilotas bastante en el tema, y otra amiga también ha leído algo, pero yo nunca me he puesto. Y tiene una muy buena pinta.

      Gracias por tu aportación, guapísima. <3

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  7. Se me han puesto los pelos de punta al pensar en lo que has sufrido tú por ello y leyendo el resto de comentarios.
    En mi caso he sufrido esto pero en mucha menor medida y es normal que luego vayas con la mosca detrás de la oreja, por si acaso vuelve a suceder. No es algo de buen gusto como para no estar alerta. Vivir con tanto miedo es una auténtica mierda pero es que a veces no queda otra :(
    No me había parado a pensar en la reflexión del feminismo pero la verdad es que es totalmente cierto. De que sirve luchar por algo si estás diciéndole a la gente cómo debe comportarse.
    Me gusta mucho leerte con temas así porque no soy tan buena reflexionando y me ayudas a ello ♥

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    1. Cómo que no eres buena reflexionando ¬¬Solo hay que darte la excusa. :)

      ¡Besotes!

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  8. Tanto que hablar de este tema... y a la vez tan poco porque hay tantas formas de feminismo como formas de pensar (y esto viene a ser como cada persona...que tenga cerebro y piense por sí misma, claro, que hay gente que tiene cerebro porque respira y tal pero no tengo tan claro que piense por sí misma), que las mujeres somos personas y por tanto con derecho a vivir sin miedo, a elegir lo que queremos hacer, decir y pensar, que el tema de las diferencias entre sexos no debería tener cabida en este siglo y sin embargo... los hechos están ahí, a los hombres no les increpan, no los toquetean sin que ellos quieran, no les dicen obscenidades y no los miran haciéndoles sentir que son un trozo de carne y que su integridad física puede estar en peligro. Y sí, tengo miedo y no salgo a la calle sola por la noche si no es absolutamente imprescindible porque aquí en mi mismo pueblo llevamos ya 4 noticias de violación en este mes (y eso que yo me haya enterado, que lo mismo son más). Y que encima se culpabiliza siempre a la víctima, como contaba la chica de un par de comentarios más arriba. Ya está bien, hombre.
    Siento el tocho, es que me enciendo...

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    1. Naaaaaada, sin problema. Gracias por el comentario, no te cortes :D

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