Breve romance primaveral.

 Tenía pensado hablaros de los resultados de mi aventura opositeril y de las perspectivas futuras, si las hubiese, pero todavía no sé nada con certeza, así que aquí os dejo algo que se me ocurrió anoche, mientras escuchaba música, presa del insomnio.


Sitúa su caballete como cada domingo sobre el puente de piedra, dispuesto a capturar la unión del río con el horizonte. Está obsesionado con plasmar el movimiento del agua sobre el lienzo. Mientras aprieta la última clavija algo capta su atención: bajo el imponente sauce llorón una muchacha lee un libro tumbada sobre la hierba. Nunca antes la había visto.

Yace sobre su espalda y sus cabellos cobrizos se esparcen sobre el fresco verdor primaveral. Alza los brazos para poner el libro a la altura de sus ojos. Está tan absorta en la obra que no se da cuenta de que su falda de flores ha caído hasta sus caderas y deja a la vista la totalidad de sus piernas: una, flexionada y la otra, cruzada sobre aquella. La visión de los blancos muslos turba al pintor.

Observa cómo la luz de la tarde incide sobre el río y cómo este la refleja perezosamente. "Es una escena única", se dice. "Pero también ella lo es", añade. Así que cambia la orientación de su caballete y se dispone a captar la belleza de aquella extraña flor. Lamenta no poder pintar el movimiento juguetón de sus pies descalzos meciendo las ramas que cuelgan sobre ella. 

El sol da las últimas pinceladas al crepúsculo al tiempo que él acaba su pintura. La muchacha cierra su libro y se frota los ojos, seguramente cansados por el esfuerzo de leer con poca luz. Se levanta con parsimonia, sacude las manos sobre su falda y se decide a abandonar el prado. 

Para hacerlo tiene que cruzar el puente y una de sus manos roza levemente, de manera accidental (¿o quizás no?) el hombro del pintor. Este suelta el pincel con presteza y la toma por la muñeca, atrayéndola hacia sí. La muchacha lo mira con curiosidad pero sin temor y cede, aproximándose a aquel desconocido. Él desliza una mano por su cintura y acaricia con la otra el níveo rostro de la joven. Ella lo mira fijamente a los ojos y se entrega a un beso que ambos saben inevitable. 

Cuando sus labios se sacian, sonríen. Ella coloca con timidez un mechón rebelde tras la oreja. Él se lleva la mano a la nuca y se ruboriza. Deshecho el abrazo ella se aleja y él vuelve a sentarse en su silla plegable y contempla como las flores de su falda aletean mientras se marcha. Ambos están convencidos de que no volverán a verse, de que ese beso ha sido tan refrescante e irrepetible como un soplo de brisa primaveral. 

***

Había pensado en adaptar, de nuevo, la letra de una canción a un relato, pero me ha quedado algo muy libre, más bien un relato inspirado en la canción. Aún así, si alguien la reconoce...

Os la dejo aquí :) Por si queréis releer el relato con ella de fondo, que es como lo he escrito ^^

Comentarios

  1. Me ha gustado! Pero yo tere que se vuelvan a enpontrar!!! n___n


    Te quiero, Petetilla!!! <3

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    1. Puede que sí. Puede que no. ¡Ni siquiera se han dicho el nombre!

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  2. A eso se le llama captar un momento... y no sólo en el cuadro del pintor, sino captarlo de verdad con un beso :D Es como que todo pedía ese final XD
    Espero que de El Último de la Fila saques muchos más relatos :P
    ¡Un abrazo!

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    1. El insomnio ayuda. Ya veremos. :P

      Me alegro de que te haya gustado. Y gracias :)

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  3. Éste es romántico, romántico... Me parece que tus últimas lecturas te han influido bastante XD

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  4. Oish, que romántico. Siempre sienta bien algo así en verano. Deja la miel en los labios. Precioso. :)

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  5. Me encanta el relato y la canción dice tanto. Así debería sería tu final opositeril, ahora te toca sentir caminar.
    ¡Qué grandes recuerdos, El Último de la Fila!
    ¡Besotes!

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    1. :) Me alegro MUCHO de que te haya gustado, Abril :)

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  6. Yo esperaba que el final fuera un: y así era como cada semana jugaban a ser completos desconocidos xDD
    Jodo, eso es pasión instantánea jajaja
    Me ha encantado ♥
    La canción... recuerdo que hace años no podía soportar a Manolo García (el porqué no lo sé ni yo). Ahora lo escucho y me parece agradable, me gusta xD

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