Adivina la canción (I)

Hace unos días leí un relato de Fran Rodríguez que estaba basado en una canción. Tanto el uno como la otra se titulan "La última estación" y podéis leerlo/escucharla aquí. Y hoy a mí se me ha ocurrido, como diría Gru, una idea brillante. Sí, me cuesta xD

Me gustó mucho el relato, así como la idea de traducir a prosa las canciones. Así que he pensado que sería un ejercicio literario interesante y divertido. Además, podemos añadirle un plus: os voy a lanzar un reto. Mi traducción a relato de las canciones no tendrá título, tendréis que titularlo vosotros encontrando el título de la canción que ha inspirado el relato. Vaya, dicho en simple: que leyendo el relato tenéis que intentar adivinar en qué canción se basa ¿Qué os parece? ¿Aceptáis? :)

Al final del relato dejaré alguna pista en blanco (tendréis que seleccionar el texto para poder leerla) y el enlace a la solución, para que no os quedéis con la duda. Así, además, podéis decirme qué tal está la adaptación :P

Vamos con el primer experimento. Espero que os guste. 

***

 
Carlota Yáñez mareaba los guisantes en su plato, como si no tuviese hambre. Mientras daba la réplica a su acompañante de manera descuidada se preguntaba por qué había accedido a aquello. La respuesta, claro, era evidente: su madre, doña Manuela Antúnez, viuda de Yáñez, así lo había dispuesto. 

-Tu soltería comienza a ser insultante, Carlota. Eres una joven de buena familia, ya es hora de que encuentres un marido o entres a un convento. No voy a permitir que sigas viviendo sola en Barcelona, como una libertina.

Tras observar el gesto de espanto que Carlota presentó ante la perspectiva monacal, doña Manuela había propuesto un candidato. No había margen de maniobra. 

José María Quiroga parecía intentar descifrar algún enigma mientras comentaba algunos datos políticos que, creía, podían hacerle parecer un hombre formal, serio, atractivo. Intentaba, entretanto, que su voz no se quebrase por los nervios. Pensó que lamentaría haber cedido a las peticiones de su madre, Candela Ribó, señora de Quiroga, pero lo cierto era que se alegraba a pesar de todo. Tanto se alegraba que, al contrario de lo que solía, se atrevió a hacer una locura.

-Señorita Yáñez, hoy ponen en el Principal mi obra de teatro favorita. ¿Le apetecería acompañarme?

Carlota aceptó: por fin aquello se ponía interesante. Puede que aquel muchacho no fuese, como parecía, un aburrido burócrata. 



Salieron del restaurante y caminaron con parsimonia por las calles de la ciudad hacia el teatro. Entre sus brazos, un palmo de distancia que, de tanto en tanto, el codo de él amenazaba con romper. Pero no lo hizo: ¿cómo interpretaría ella ese roce? Ella, que sonreía, lo desarmaba sin darse cuenta mientras él, con cautela, tomaba nota del color de sus ojos. 

A la salida del teatro ella, inflamada por aquella historia de amor imposible, notó doblemente el frío y maldijo la idea de llevar vestido y sandalias a aquel encuentro. Sin embargo, si hubiese llegado a oídos de su madre que había llevado mocasines y pantalón probablemente habría acabado en el convento en un abrir y cerrar de ojos. Él notó que se encogía y, como no se atrevía a cobijarla en sus brazos, propuso una alternativa:

-¿Quiere que tomemos una copa? Si no le parece mal, claro.

La sonrisa de ella se ensanchó y asintió. Entraron al primer local que encontraron. Él abrió la puerta y puso la mano en su espalda, para acompañarla, y Carlota sintió un escalofrío, cálido esta vez. Se sentaron en una mesa alejada de todo, envuelta en la penumbra, que flotaba en medio de aquella música extranjera. Tanto era así que el camarero parecía no verles, por lo que ella se sintió en la obligación de romper el hielo:

-¿Qué te gusta hacer cuando te dejan ser tú mismo? -preguntó mientras encendía un cigarrillo.

José María abrió mucho los ojos, sorprendido tanto por el gesto como por la pregunta, pero la sorpresa duró un instante: antes de que pudiese darse cuenta estaba derramando todos sus secretos en aquella mesa, descubriéndose ante Carlota.

Cuando la noche alcanzó una hora algo imprudente, él se ofreció a acompañarla a casa. Había bajado la temperatura y, al llegar al portal de Carlota fue incapaz de articular unas palabras de despedida. Ella lo tomó de la mano y lo arrastró hacia el portal.

-Voy a prepararte un café. Para que entres en calor. 

Tras el silencio del ascensor reanudaron sus confidencias ante una taza de café caliente hasta que acabaron por entonar un silencio a dos voces. Él, dispuesto a cometer la locura más grande de su vida, tentó:

-Ahora solo falta que me quede a dormir.

Carlota alzó los ojos y, dispuesta también a volverse loca, probó.

-¿Y por qué no te quedas?

-No me lo digas dos veces... -respondió él, sin mirarla.

Y ella, casi sin voz, repitió:

-Bueno, ¿y por qué no te quedas?

Los labios de Jose María, otrora fríos, ardían: estaba dispuesto a quedarse y a no ahorrarse siquiera un beso. Los pies de Carlota, helados, se despojaron de las sandalias abriendo la veda a la desnudez. Y fueron entonces sus cuerpos los que preguntaron y respondieron, los que investigaron y descubrieron. 

Mientras ambos velaban con los ojos cerrados compartían un único pensamiento: "Qué gran informal es el amor, que puede acabar con todas las formalidades". 



***
 
PISTA 1: La adaptación es un poco requete-adaptación, ya que la canción misma es una adaptación de un poema.
PISTA 2:  El artista responsable de la canción es un famoso cantautor catalán. 



Bueno, ¿qué os ha parecido el experimento?

Comentarios

  1. JO! La idea es chulísima y la historia te ha quedado preciosa, pero me da a mi que me voy a frustrar con el juego... Soy nefasto como "detestive"! XP

    Te amo, Pequeña! <3

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ay, detestive, detestive. Sé que te suena, aunque no la identifiques XD

      Eliminar
  2. Buaaaaaaaa ni en sueños lo hubiera acertado (mi incultura musical y yo). Pero me ha encantado el ejercicio!
    Besotes

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es un poquillo rebuscada, la verdad, no es así muy de dominio público, pero es que me gusta tanto... xD En próximas entregas lo haré con canciones más conocidas, a ver :)

      Eliminar
  3. Me parece una idea genial!!! Aunque es difícil adivinarlo...sobre todo si no conoces la canción jijijiji no tenía ni idea

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sí, esta era dificililla. Las próximas serán más fáciles, lo prometo :)

      Eliminar
  4. ¡Qué chulo! Por supuesto el relato me ha gustado, ya lo de adivinar la canción... Aunque si vale de algo si le he sacado regusto de cantautor, y había pensado en Ismael Serrano.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Jajajaja. Bueno, algo te has acercado, no está mal xD :*

      Eliminar
  5. Me parece una idea genial, pero ya veo que voy a dar con ninguna canción, jajaja. ¡De todas formas me ha gustado mucho el relato!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Seguro que con alguna sí. Las próximas serán más fáciles. Y si no, pues por lo menos se conocen canciones nuevas XD

      Eliminar
  6. Ni en sueños la hubiera acertado, no conocía la canción XD
    Cuando he leído la 2a pista he pensado en Serrat, pero es que de Serrat no conozco casi 'ná' :P
    Muy chulo el ejercicio ;)

    ResponderEliminar
  7. Me ha gustado mucho el relato, aunque por supuesto no adiviné la canción... porque no la conocía. También pensé en Serrat, pero de la canción, ni idea, jeje.
    Bsitoss

    ResponderEliminar
  8. Me ha encantado el relato pero te pasaste tres pueblos eligiendo canción, mi niña jajajaja
    Me gusta la idea de pasar a prosa las canciones; ¿me puedo copiar? *___*

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Jajaja, es que me gusta esa canción, jo... XDDD

      Ya te he dicho, copietea a gusto :D

      Eliminar
  9. Pues yo tampoco acertaría la canción, ni aunque me dieses un mes para pensar... Pero el relato me ha encantado.

    Nunca dejas de sorprenderme...

    Un besote

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me alegro Rosa. Y no te sientas mal, la canción es chunga XD

      Eliminar
  10. Pues yo tampoco acertaría la canción, ni aunque me dieses un mes para pensar... Pero el relato me ha encantado.

    Nunca dejas de sorprenderme...

    Un besote

    ResponderEliminar
  11. La idea es genial, el relato una pasada pero solo acerté el autor jajaja
    ¡Ai niña, que bien escribes! ♥

    ResponderEliminar
  12. Yo sospeché de Serrat, pero ni idea de la canción... y normal que no tuviera ni idea, no sabía ni que esta canción existía ^^U XDD Aunque hace poco me puse a indagar en la discografía de Serrat, el disco de "El sur también existe" aún no lo he escuchado.
    ¡Un abrazo!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me imaginaba que esta canción sería difícil de adivinar. A no ser que apareciese algún fanático de Serrat... XD

      Eliminar

Publicar un comentario

¡Adelante! Deja tu retal :)

Entradas populares de este blog

Cómo aprobé el nivel Avanzado de la EOI preparándome por mi cuenta.

Tontos-a-las-tres.

Libro: La edad de la ira, de Fernando J. López