¿Y si juego un poco más?

La culpa de que yo me metiera en el embolao de la filosofía, y si no toda, al menos la última parte, es de Nietzsche. De Nietzsche y de María, mi profesora por aquel entonces. Nietzsche quedó fuera del temario de clase, no dio tiempo, y como yo era la única alumna de todo el instituto que iba a examinarse de filosofía en la PAU, María me dijo que me pasase una mañana por el instituto, cuando ya no teníamos clase, y que me lo explicaría. Así, en plan clase particular. 

Me fascinó Nietzsche. Sobre todo me fascinó la parte de las transformaciones de hombre a superhombre: camello, león, niño. María me habló del juego.



-¿Tienes sobrinos o primos pequeños?
- No -contesté yo.
-Pero habrás visto jugar a los niños pequeños alguna vez, ¿verdad? -insistió.
-Claro. 
-Y quizá hayas visto cuando a un niño le regalan un juego de construcción. ¿Puedes imaginarlo? El niño se pone a hacer un castillo o un fuerte, los adultos lo miran embobados. Cuando la construcción empieza a tomar forma alguien propone ir a por la cámara de fotos. Pero, ¿qué pasa? Que cuando vuelve el niño le ha dado una patada al castillo y está haciendo otra cosa. 



Yo me limité a asentir.

-El niño no hace proyectos -continuó ella-. No construye para la foto o para que lo feliciten. Construye porque le gusta, porque lo pasa bien. Juega. Y el que juega no lo hace para algo, sino por el juego mismo. Disfruta del momento. ¿Lo entiendes?

Asentí.

-Eso es más o menos lo que propone Nietzsche. Vivir la vida, sin pensar en culpas o premios, en paraísos o infiernos, en censuras o alabanzas. Vivir como si la vida fuese un juego, apostándolo todo y ganando o perdiendo sin remordimientos. Vivir con intensidad, al fin y al cabo.

Yo me quedé pensativa. Aquel discurso me dejó boquiabierta. Era muy evocador. Me gustaba el Nietzsche aquel. Supongo que porque era todo lo que yo no era. Yo siempre he vivido de esperanzas y proyectos más que de otra cosa. Casi siempre, al menos. Quise vivir así. 

En esos pensamientos estaba cuando María continuó.

-Imagínate, por ejemplo, mi caso. Yo ahora estoy estudiando las oposiciones. Paso la mañana aquí y la tarde estudiando. Todo para conseguir una plaza, para poder trabajar dando clase. ¿Qué pasaría si me muero mañana y no llego siquiera a examinarme? ¿Tendría sentido todo el esfuerzo?

Yo contesté que no. Pero ella, como buena filósofa, me respondió:

-Depende. Para mí lo tiene. Me gusta mucho lo que estudio. 

Y, tras mirarnos fijamente un rato me dijo, casi en un susurro:

-No importa a dónde vayas. Disfruta del camino.




En los últimos días este recuerdo vuelve una y otra vez con insistencia. No sé por qué. Supongo que porque no cumplí la promesa de ser niña y de vivir jugando. Cuesta cambiar. Sigo viviendo de proyectos y esperanzas. Casi diría que camino para huir. Y es que a medida que uno crece -qué horror, ¿verdad?- se da cuenta que no se puede vivir sin pensar en el mañana. O tal vez hace falta tener un espíritu grandioso para hacerlo. 

Sin embargo lo mío es vicio a veces. De pequeña me autocastigaba. Cuando me proponía una cosa y no la cumplía, me quitaba un capricho. Por ejemplo, no me compraba chuches ese fin de semana. Con el tiempo me di cuenta de que el mundo ya te castiga bastante a veces, así que empecé a premiarme. Si consigo esto, hago tal cosa. Si apruebo este examen, me compro un libro, por ejemplo. Hace unas semanas hablaba de cortes de pelo, ¿recordáis? Había estado mirando y había visto uno que me encantó, pero que no me atrevía a hacerme, vaya usted a saber por qué. Y recuerdo que pensé: "Si apruebo las oposiciones, me hago ese corte de pelo". 

Qué tontería, ¿verdad? ¿Y si nunca llego a examinarme? ¿Y si me toca la lotería y me dedico a viajar por el mundo? ¿Y si me convierto en una novelista famosa? 

Hay cosas que es inevitable hacer si queremos algo, precios que tenemos que pagar. Si quiero trabajar en un instituto, si quiero recuperar mi vida, mi mejor baza ahora es estudiar como si se acabase el mundo (no es la mejor expresión, pero supongo que me entendéis). Pero, ¿qué tiene que ver eso con mi pelo? 

A veces hay que lanzarse, sin más. No ponerse condiciones, hacer cosas que nos gusten, que nos apetezcan, que nos supongan un reto. Apostar fuerte. Aunque sea en cosas pequeñas. Que nada ni nadie nos sorprenda sin haber hecho una locura recientemente.


Carpe diem,
quam minimum credula postero.

Comentarios

  1. Me ha encantando tu entrada de hoy. Me dice muchas cosas de ti.

    ¿Te has cortado el pelo? ???????

    Besos.

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    1. ¿Sí? Espero que no demasiadas, que hay que mantener el misterio xD

      Mañana tengo peluquería. :)

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  2. Además... que leches, vas a estar GUAPÍSIMA!


    <3 Te amo, Cachito!

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  3. a veces un corte de pelo es mucho más que un montón de cabellos en el suelo.

    Guapa que vas a estar, hombre ya!!!

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  4. Me encanta cómo describes a María, tu profesora de filosofía. Son de esos profes que te marcan y se quedan en la memoria.

    Hace un tiempo que cuando me hablan de planes a X meses, X años, me sorprendo pensando cómo la gente puede pensar a tan largo plazo, cuando nadie sabe lo que nos espera al día siguiente. Me gusta el consejo que ofreció María: disfruta del camino. En el mismo sentido hay una frase que también me gusta mucho:

    "El ayer es historia, el mañana es un misterio y el hoy es un obsequio, por eso se llama presente".

    De la peli Kung Fu Panda, jajajajaja. Pero no por ello menos cierto ;)

    Además, en el peor de los casos, el pelo vuelve a crecer ;)

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    1. Si ella no hubiese llegado a hacer la sustitución supongo que yo habría estudiado otra cosa.

      Jaja, yo la había oído antes de Kung Fu Panda, ¿eh? jajajaja

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  5. Cierto... a veces estamos tan obsesionados en llegar a un lugar, que no nos paramos a contemplar el paisaje que hay en el camino...

    Me parece fantástico que te hayas animado de verdad al corte de pelo... verás lo bien que te sienta... a mí me subió la moral un 200%
    Luego sólo falta que pongas la foto del cambio... ;)

    Un besote

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    1. Jajaja, lo de la foto no va a ser, pero bueno, ha sido una buena sensación. Es la primera vez que tienen que usar una maquinilla de cortar el pelo en mi nuca :O jajaja

      A la peluquera se le ha abierto el cielo cuando le he enseñado la foto xD

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  6. Me ha gustado mucho la anécdota, gente que te hace ser como eres... Y la reflexión, aunque es difícil disfrutar plenamente el camino y siempre pensamos en la próxima estación, pero hay que intentarlo.

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  7. Pues sí, prémiate muchas veces más. Que bien lo mereces.
    ¡Un abrazo!

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  8. Dejarse llevar por la intuición, por impulsos y alejarse de la razón.
    Yo también estoy conociendo a Nietzsche, mi hija se examinará este curso de PAU y me uno a sus reflexiones. Todo un descubrimiento.

    Suerte en ese proyecto!

    Besos.

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    1. :) ¡Suerte a tu hija! Seguro que le va muy bien. Pero dile eso también, que disfrute del camino :)

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  9. Para alguien con un gran sentido de la responsabilidad es difícil "dejarse llevar" y no hacer proyectos y pensar en más adelante. Me ha encantado la reflexión de tu profesora, aunque a veces es inevitable preocuparse por el futuro.
    Bsitoss

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    1. Es difícil, sí. Yo tengo claro que es imposible cumplir al 100% con ese mandamiento. Pero a veces es que nos pasamos de castaño oscuro. ¡Término medio! Que eso lo decía otro filósofo: ahí reside la virtud :)

      Muámuámuá.

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  10. Ays, me has hecho llorar.... Es que yo también me tengo que recordar muchas veces que no merece la pena estresarse tanto, ni las noches sin dormir, ni los nervios, ni nada.... Pero es tan difícil alcanzar ese estado zen o como se llame, es tan complicado en este mundo que vivimos... Prometo intentarlo más a menudo. Un beso gordo y lloroso....

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    1. *Abrazo de niña repelente a Lia*

      Qué me vas a contar, darling. Está, supongo, en nuestro carácter. Pero podemos intentarlo. Tenemos que hacerlo. Lo que pasa es que lo que nos sale es agobiarnos, planificar, imaginar escenarios -que suelen ser regulares cuanto menos-... En fin, qué le vamos a hacer.

      Besotes gigantes.

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  11. Me ha encantado la entrada. De verdad de la buena. Y no es porque ya esté sensible hoy, es por cómo la has escrito y por lo que cuenta.
    Disfrutando del camino es como realmente se vive, te lo dice una que debería saberlo desde hace años pero que lo está aprendiendo también poquito a poco ;)
    Todo el mundo debería tener una María en su vida.

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    1. Uf, tú creo que eres una alumna aventajada en comparación conmigo XDDD :*

      Pues sí. Una María de vez en cuando no viene mal :)

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  12. Precioso. Fascinante. Con ese discurso me he quedado igual de boquiabierta. Estaré todo el día pensando en ello.

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    1. Vaya, mi profe de filosofía sigue haciendo de las suyas años después. Pues mira que me alegro :D

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  13. Me ha gustado mucho tu entrada, fuiste afortunada de tener a María en un momento tan importante.
    La vida es hoy, así que intentemos disfrutar con cada cosa que hagamos por pequeña que sea.
    Ahora ya no nos soltamos la mena, nos cortamos el pelo. Eso está muy bien.

    ¡Un besote!

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    1. Jajajaja, es cierto. Ya me solté la melena hace un par de años, ahora toca cortar por lo sano xD

      Y sí, tuve suerte. Si no hubiera sido por ella no me habría decidido a entrar en filosofía, creo. Aunque no sé si eso es bueno o malo xD

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  14. "La vida no es una carrera, sino un tiro al blanco, lo que importa no es el ahorro de tiempo, sino la capacidad de encontrar una diana". Tú ya la tienes. Abrazos mil... Y me encanta lo del corte de pelo :D

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  15. ¡¡Y al final te cortaste el pelo!! Me parece muy bien.
    A mí me preocupa el futuro, pero nunca me lo he planteado en serio. Quiero decir, estudio una carrera porque de algo tendré que vivir, pero quiero aprender miles de cosas más. Y quiero hacer otras tantas. Y no tengo ni p*** idea de lo que haré cuando acabe la carrera. Y yo qué sé, que quiero vacaciones jajajaja

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    1. Jajajaja, pues tampoco te mates. Yo estuve toda la carrera haciendo planes y nada ha salido como esperaba... Así que disfruta el momento :P

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  16. Yo he hecho tantos planes que han quedado en nada, que al final voy optando por hacer lo que me apetezca. Hago listas de cosas y no me agobio, las hago cuando sea el momento y sino pues ahí se quedan xD
    Mucho me he agobiado en su día, así que ahora hay que disfrutar.
    La entrada me ha encantado ♥ y como me alegro de que te encontraras con una profesora así.
    El atrevimiento con el pelo ha sido genial ^^ ahora solo te falta dar el salto al rojo :P

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    1. Jajaja. Lo daría encantada si no fuera tan coñazo de mantener -.- xD

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