Buen profesor, mal profesor.

Anoche vi un tuit con un enlace. En el tuit se preguntaba si es mejor o peor un profesor por suspender a más o menos alumnos y llevaba a este post. En él se habla de algo que es vox populi en todos los centros educativos, al menos desde secundaria en adelante. Eso de que hay profesores que son más duros que otros. (¿Eso quiere decir que esos otros son blandos?) Y la dureza de un profesor se mide por el número de suspensos. Seguro que os suena. Seguro que alguno de vosotros ha dado gracias por que le haya caído fulanito en matemáticas y no menganita. O lo contrario. Yo di gracias, muchas gracias, en el instituto, de que no me tocara nunca el jefe de departamento de filosofía, por ejemplo. Porque, aquí donde me veis, la filosofía me daba miedo. Aún me da. Pero bueno, dice Ismael Serrano que tener miedo y estar vivo a menudo es parecido, así que...

En el post se introduce la noción de constante macabra, descubierta por el profesor de didáctica francés André Antibi, y que en su país se han tomado bastante en serio. La constante macabra es el cupo de suspensos por clase y suele permanecer bastante constante según los profesores. Lo que viene a decir es que si el cupo de suspensos de un profesor es del 40%, en cada examen o evaluación acabará suspendiendo más o menos el 40% de sus alumnos, incluso aunque tuviese una clase con alumnos muy estudiosos. En este otro post se habla también de este concepto, es muy interesante.


Recuerdo que cuando estudiaba el máster, como recomendación, nos decían que todo lo que fuésemos a evaluar fuese cuantificable. Es curioso, porque por ejemplo, si destinas X puntos a la actitud de los alumnos, ¿cómo puntúas eso? Asiente en clase mientras explico: 0.1. Mira por la ventana: -0.1 Es un pelín absurdo. La razón por la que se nos recomendaba cuantificar todo y de tal manera que la evaluación parece un examen de matemáticas es porque así se evitan arbitrariedades y agravios comparativos. Cosas como la constante macabra. Pero no es así, al parecer. Según los estudios de Antibi, cuando un profesor tiene una clase con capacidades algo por encima de la media, pone ejercicios de evaluación más difíciles, sube el listón. Consciente o inconscientemente. De modo que al final acaba suspendiendo un número similar de alumnos.

Yo hasta ahora no lo había pensado, pero no me extraña. Existe esa percepción entre profesores -que llega incluso a los alumnos- de que un profesor con el que aprueba todo o casi todo el mundo es un blando. No puede ser que sea buen profesor, no. Es un blando. Les perdona la vida. Mientras que un profesor con el que suspende todo el mundo es un buen profesor, recto, duro, como debe ser. Los que son malos son los alumnos. Vagos, maleantes, incapaces. Menuda falta de respeto... 



También va por asignaturas. Hay asignaturas en las que está fatal que apruebe todo el mundo, porque son asignaturas duras, difíciles: matemáticas, física,  filosofía, por ejemplo. Y otras en las que el hecho de que suspendiese un gran porcentaje de alumnos sí sería raro: plástica, música, educación física,... De hecho, las asignaturas que se perciben como "marías" parecen estar exentas de este efecto. 

El problema de esto es que se establece una evaluación injusta que puede acabar por desmotivar a los alumnos. Y no es eso lo que queremos, creo.  Desde luego, la idea de que un profesor gane prestigio por el hecho de que la mayor parte de sus alumnos suspenden me parece de lo más insólito... Y hay quien presume de ello y todo...



En fin, que me pareció una cuestión curiosa y que espero tener en cuenta de ahora en adelante. Pero me gustaría hacer un poco de investigación de andar por casa. ¿Vosotros habéis vivido en vuestras carnes esto de la constante macabra? Recordando vuestros tiempos de estudiante, ¿os resulta familiar?


Hoy estoy... relajada
Y estoy escuchando... Coming home - Firelight

Comentarios

  1. Esto es como lo de confundir el tocino con la velocidad. Cuando es mas bien al revés (y tampoco XD).

    Se pierde el concepto de "enseñar" y el de "aprender". No importa, al parecer. O se encajonan al mas sencillo "aprobar" o "suspender".

    Una aberración del sistema educativo, al que desde los sistemas superiores que lo contienen solo se le ponen trabas y en lugar de mejorarlo, interesa mas terminar de hundirlo para acabar de convertirlo en un negocio, puro y duro.

    Y los chavales? Cuanto menos piensen mejor para el sistema.

    Muy triste lo de estos profesores. Me recuerdan a esos caballos a los que les ponen anteojeras para que solo puedan ver en una dirección... Por otro lado, mal me parece que sus compañeros/superiores directos no les llamen la atención contundentemente e incluso muchos de ellos (también por parte de padres e incluso alumnos) se les tenga mayor consideración por el hecho de "suspender mas", en lugar de preguntarse "que profesor es el que enseña a pensar mas y mejor". Claro, es esta disquisición algo mas complicada de hacer... (o no)

    Pero bueno... no te rallo mas la cabeza, que parece que se me han pegao los dedos al teclado (y es el mal)


    Te tere, Coquete <3

    ResponderEliminar
  2. Buffff... catalogar a un profesor de bueno o malo basándose en el número de aprobados o suspensos no me parece lo más apropiado.
    Por suerte o por desgracia (según cómo se mire) hace ya muchos años que dejé de estudiar (que no de aprender...), pero todavía recuerdo a muchos profesores del instituto. Me he encontrado a alguno que decía, nada más empezar el curso, que con tal de que acudiésemos a su clase regularmente ya teníamos la asignatura aprobada, luego subir nota ya era cosa de cada uno. Eso me parece patético. Había profesores buenísimos y profesores malísimos. Unos con fama de "cabronazos", "huesos duros" y otros de "blandos". Creo que hay tantos tipos de profesores como estrellas en el cielo (exagerando un poco... jeje).
    Y te voy a contar una anécdota: siempre se me dieron bastante bien las matemáticas, así que sacaba la asignatura con buenas notas. Tengo una hermana mayor a la que se le daban fatal las mates, pero en el instituto tenía un profesor que siempre la aprobaba. El caso es que cuando yo llegué a 1º de B.U.P. me tocó ese profesor y pensé: "¡genial! si mi hermana aprueba con éste, yo saco sobresaliente". El primer día de clase, al pasar lista y ver mis apellidos, me preguntó si era la hermana de Isabel. Pues, no sé por qué, pero no hubo forma de aprobar con él en todo el curso. He llegado a ver cómo teniendo un 4,5 en un examen, tanto yo como mi compañera de mesa, a ella la aprobaba y a mí no. Total, que me quedaron las mates para 2º, por primera vez en mi vida. Y en 2º hice las dos recuperaciones correspondientes y las saqué con sobresaliente. Mientras leía las notas en el tablón de anuncios se acercó ese odiado profesor a preguntarme qué tal me había ido, con una sonrisa burlona que daban ganas de abofetearle. Le enseñé la nota y le dije: -ahí se demuestra de quién es la culpa: ¿del profesor o del alumno?. Se le borró la risa de la cara y yo me fui triunfante...
    Sigue dando clases en el instituto donde va a ir mi hija el curso que viene, y rezo para que no le toque ese impresentable.
    Lo siento, no sé por qué te he contado todo esto...¡Menudo rollo te he soltado!... creo que se me han pegado los dedos al teclado como a Jack... jajaja
    Besotes

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Esas arbitrariedades tocan mucho las narices. A ti no te desmotivó, pero hay a chavales que los desmotiva totalmente.

      Eliminar
  3. Algo de lo que a veces l@s niñ@s y adolescentes no tienen consciencia, es que l@s profes son personas. Cada un@ con sus opiniones, su forma de hacer las cosas y también sus prejuicios (por desgracia). El no entendimiento entre las partes muchas veces lleva a fracaso.
    Por otro lado (y esto es mucho más grave) están l@s profesor@s que por desconocimiento o desgana (y no sé yo qué es peor :S), obvian cómo es el proceso de aprendizaje... y por supuesto también lo ignora por completo quienes están por arriba. Hemos llegado a ese punto en que se habla de aprobar o suspender, pero no de aprender, que es a lo que se va.
    También es verdad que hay que amoldarse a la forma de dar clase de cada un@. A mí siempre me fui bien en lengua, pero al llegar a bachillerato y tocarme una profesora que gustaba a casi todo el mundo, yo suspendí (por primera vez en mi vida) ¿cómo era posible? Pues porque era tan condenadamente desordenada como yo a la hora de hablar!! Al curso siguiente ya tenía el truco pillado (dedicarme solo a atender en clase y pedirle después los apuntes a mi amiga :P) y no tuve ningún problema.
    Había otra, a la que todo el mundo odiaba y con la quea mí me fue bien desde el principio: sólo te leía el libro párrafo por párrafo en clase. Punto. No se aprendía gran cosa a la larga, pero yo aprobaba porque entendí desde el principio lo que pedía. La constante macabra era fuerte en este caso, pero es que no me afectó...
    Quizá a veces es sólo cuestión de entenderse (y aparte estudiar por tu cuenta, claro).
    En fin, perdón por el rollazo! xD Ni siquiera sé si al final lo que he contado tiene que ver :P
    Bsitoss

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Desde luego, es importante "coger el punto" a los profesores. En el buen sentido y en el no tan bueno, por desgracia. Hay profesores, por ejemplo, que quieren respuestas más escuetas, otros más largas, otros dan más importancia a la presentación... Pero también hay que habituarse a manías que ... en fin, son cuestionables.

      Creo que lo importante es aprender, y eso al final no se sabe en qué lugar queda.

      Me encanta que comentéis contando vuestras experiencias, no te preocupes :D

      Eliminar
  4. Te voy a hablar de dos profesores que me marcaron mucho en mi primer año en la escuela.
    El primero era de cálculo. Es un señor muy simpático y agradable, las clases se hacían súper amenas y aprendía más en una hora de clase con él, que con el resto de profesores en un mes. Su porcentaje de aprobados pasaba por poco el 50%.
    El segundo daba Ciencia de los materiales. Era un señor de calle, muy, muy humano. Se notaba de lejos que le apasionaba lo que enseñaba. Su porcentaje de aprobados pasaba el 90%.
    ¿Que por qué te cuento esto? Pues no sé. Porque los he recordado al leerte. Porque hay pocos profesores de verdad en mi escuela.. porque aprendí muchísimo de ellos y quería nombrarlos jajajaja
    Y porque no sé qué será eso de la constante macabra, pero seguro que en cualquier escuela de ingeniería, con los geniaaaales profesores que tenemos, la petamos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Seguro que al señor de Ciencia de los materiales le decían que era un blando. Y yo creo que sí, que la petaríais. Porque quedaría muy mal que casi todos los alumnos aprobasen en una ingeniería, ¿no? Eso sería como que hay poco nivel, o algo así ... :/ En fin.

      Eliminar
  5. Ya sabes que es un tema que me toca profundamente. Te leí ayer, pero no he tenido tiempo de sentarme y asimilarlo todo. Evaluar a alguien termina muchas veces siendo injusto, sobre todo cuando entran factores como el trabajo diario, el cuerno, el interés y la atención del alumno. Nada más arbitrario que eso.

    Odio los profes que se creen geniales porque con ellos no aprueba nadie. Tengo este año un 2º de la ESO de 24 y han aprobado la evaluación seis. Eso es un fracaso en toda regla. Tengo otro grupo en el que han aprobado todos. Los mismos exámenes y la misma profesora. Creo que con un grupo empatizo más, nos entendemos mejor, y eso influye un montón. Pero es un tema larguísimo de hablar.

    No había oído nunca hablar de la constante macabra, pero me lo voy a apuntar. Porque además el nombre me mola.

    Besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hay un libro de ese señor que se ve que lo explica muy bien. Yo me lo apunté para leerlo.

      Me chocó, porque recuerdo que en el máster me decían: "Que todo sea cuantificable"...Y al final poner números tampoco aporta tanta objetividad... :/ Depende más de la implicación y la actitud que de los números.

      La verdad es que el nombre es ... molón, sip. xD

      Eliminar
  6. Ya lo hemos mencionado muchas veces, este querido sistema educativo nuestro no funciona. Y muchos de los profes tampoco. Y lo digo por el hecho de saber que existen aquellos orgullosos de suspender a un número elevado de alumnos. Yo como profe me tiraría por el balcón si eso me sucediera constantemente el alguna de mis clases, porque eso me haría replantearme que algo estoy haciendo soberanamente mal. Sin embargo, ahí los tienes, orgullosos de su desastre... De todos modos, quería recalcar, ya puestos, el tema evaluación así en general, aunque no controlo mucho de su uso a partir de secundaria. Creo que es uno de los puntos más deficientes del sistema, y ya es decir. Es difícil que los criterios que se usan tengan en cuenta todos los aspectos que deberían, por eso de la generalización y tal. Pero existen algunos recursos, como las rúbricas por decir alguno, que podrían ser útiles para "evaluar" de una manera más justa y, sin embargo, no se gastan. Así qué, mucho Bolonia y cincuenta mil leyes diferentes para seguir haciéndolo igual de mal (o peor)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Esa es una de las cosas que en el máster no me enseñaron pero que yo creo que son importantes en algunas asignaturas más difíciles de cuantificar. ¿Cómo sabes si una pregunta de filosofía está bien, bien a medias, regular...? Pues utilizando rúbricas u otros recursos similares.

      De todas maneras, cuando se propone usar estos recursos alternativos muchas veces es por imposición, SÍ O SÍ, y sin formar a los profesores antes. Así que... Pero sí, la evaluación es un tema problemático, sip.

      Eliminar
  7. A mí me parece un poco al revés, el profesor que suspende es malo, es un desconsiderado, se pasa mucho, y le encanta hacer la vida imposible a los alumnos. El profesor que aprueba a todos simplemente pasa desapercibido, y si le pone un poco de empeño pues puede ser majo y hasta buen profesor.

    ResponderEliminar
  8. Hola Bettie!! Cuanto tiempo sin leerte... es lo que tienen los exámenes. Y como viene un poco a cuento, te comento, 27 aprobados de 225 personas, sobre un 12%, creo que es... Y luego piensas, pero si la asignatura me gusta, y he entendido las cosas, no puede ser solo un problema mío. Así que algo tendrán que ver los profesores, o su forma de corregir, o esas clases infernales de 3 horas, que por más que digan, son contraproducentes porque no se puede atender más de una hora y media en una clase de, por ejemplo, Hormigón Estructural (deeensa como ella sola). Así que te lo tomas como quieras, y a recuperar, que se ve que es lo que se lleva...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ogggggssss. Tres horas de clase, ¿sabes? UF. Muerte. Es que acabas con el alma arrastrando.
      En fin, ¡ánimo!

      Eliminar
  9. Hola, la mayoría de ustedes tiene razón pero más Michelle Grey, al escribir que los malos profesores son los que suspenden o cómo se dice aquí en México reprueban a la mayoría, he de decirles que soy profesor, y que me apena mucho el que la mayoría de mis colegas digan "con que aprenda uno de mis alumnos, me doy por bien servido" yo solo pienso que persona tan mediocre ¿qué hace impartiendo conocimientos? Hay una idea equivocada en el mundo "si demuestras amor, lloras, si apruebas a tus alumnos" eres débil o blando si la mayoría de tus alumnos aprueba. No claro que no, en primer lugar el profesor no asigna la calificación lo hace el alumno, el maestro me puso tanto, no es lo que tu trabajo obtuvo, el maestro me reprobo, no, es lo que obtuviste en el examen. el maestro me subió o me bajo calificación no, es lo que a lo largo del curso tu realizaste, asistí a todas las clases, cumplí con tareas y trabajos? pregunte cuando tenía dudadas? En lo personal animo a mis alumnos a preguntar solo así se que están estudiando y verdaderamente escuchando, soy egocéntrico y me agrada presumir que mis alumnos están aprendiendo, si ellos aprueban mis estadísticas suben, y pasado el tiempo y me los encuentro en face. Es verdaderamente agradable leer su comentarios, soy muy exigente con ellos, pero igual entiendo las circunstancias de la vida si no trajeron la tarea, y los cacho haciéndola en el salon, los felicito por que están resolviendo un problema en vez de quedarse cruzados de brazos, en fin son muchas situaciones por las que pasa un ser humano y merece mi respeto y mi consideración. Los profesores no solamente nos debemos actualizar profesionalmente, también debemos escuchar la música de nuestros alumnos, leer sus revistas, ver sus videos, e "intentar" jugar sus juegos, por que tienes que tener como ocho dedos en cada mano para tanto botón. Y tener así empatía con ellos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por tu comentario, Jesús :) Estoy segura de que tus alumnos saben que son afortunados al tener un profesor así ^^

      ¡Un saludo!

      Eliminar

Publicar un comentario

¡Adelante! Deja tu retal :)

Entradas populares de este blog

Cómo aprobé el nivel Avanzado de la EOI preparándome por mi cuenta.

Tontos-a-las-tres.

Libro: La edad de la ira, de Fernando J. López