Talismanes.

Ya que ayer me confesé -de más- y me puse mística -de más-, from lost to the river. Hoy voy a hablar de mi manía con los talismanes. Total... ya pensáis que estoy como una chota... :P

Tengo un problema serio, y es que suelo dotar de espíritu a las cosas. No a todas, solo a algunas. Las doto de espíritu y las convierto en talismanes. Y desde ese momento se convierten, para mí, en objetos mágicos. Sí, es lo que pensáis: los llevo a eventos importantes (exámenes, por ejemplo), o en la cartera, o en una cadena como colgante, ... Me siento, más que protegida, acompañada por ellos. 

Pero, ¿cómo es eso de dotar de espíritu a una cosa? Es menos loco de lo que parece, lo prometo. Todo empezó cuando era pequeña y mi madre me dio una estampa de Santa Teresa de Ávila (qué oportuno, dado el día que es). Me dijo que la llevara, que me ayudaría en los estudios. Y yo empecé a llevarla, en principio, porque creía. Años después seguí llevándola en la mochila, no porque creyese en Santa Teresa, sino porque me la había dado mi madre y era importante para mí. 

Lo mismo me pasó hace un par de años. Una amiga me mandó para mi cumpleaños, como regalo, un conjunto de talismanes. "No sé si crees o no, pero llévalos, que te protegerán". Desde entonces llevo dos de ellos siempre colgados en una cadenita y otro en la cartera. No sé si los talismanes me protegen, pero cuando los veo siento a mi amiga cerca y eso me hace sentir bien. 

Y así. Mis talismanes lo son porque tienen algo de mi gente. Esa es la razón por la que nunca me quito mi alianza. Por la que llevo una pequeñísima pinza de madera siempre en mi agenda. Por la que todavía tengo, desde las navidades pasadas, un abeto de cartón en el escritorio. Por la que, cuando tengo que enfrentarme a un reto, elijo ciertas barras de labios y no otras. Porque a través de esos objetos, de esos talismanes, siento cerca a gente que está lejos.


Hoy estoy... ilusionada
Y estoy escuchando... Quisiera - Ismael Serrano

Comentarios

  1. Y ese es el poder real de los talismanes, confianza. :)

    Yo he llevado de todo, tu lo sabes bien ;) y aún llevo cosillas, siempre hay algo. Y algo hacen, esa es la verdad :)

    Te amo, Peque <3

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  2. Yo he sido muy de ese tipo de talismanes. Me has hecho recordar que en 6 y 7 EGB iba a lis exámenes cargada de estampas de vírgenes y corazones de Jesús...me parecían unas postales PRECIOSAS.
    He guardado y guardo, cosas absurdas, porque me recuerdan momentos, gente, lugares...De un primer amor guarde muchos año se una bolsa de pipas.....
    Tengo 2 silbatos que intente tirar el otro día cuando ordenaba mi escritorio, y no pude...Cuando vivía en.la residencia o en los pisos de alquiler tenía muchos de estos talismanes cerca, a la vista. No soy de llevarlos a pruebas importantes, pero sí, igual que tu, les dotó de espíritu.
    Alguna cosilla del post me ha erizado el vello.
    ;)

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    1. Cosillas :)

      Me alegra no ser la única loca del lugar xD :)

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  3. Es precioso lo que dices,y a mi me pasa lo mismo, en mi caso también llevo siempre un objeto para sentir cerca de mí a una persona que ya no está. Me ha encantado esta entrada :) un beso

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  4. Uy no tengo ni uno jejeje al final siempre acabo o perdiéndolos o abandonándolos a su suerte...pobres!! :P

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  5. Pues yo no soy mucho de talismanes. Quiero decir que nunca he utilizado objetos para atraer la buena suerte, en exámenes o cosas así. Pero sí que he guardado, y guardo, cosas que me recuerdan a alguien (de joven guardaba hasta servilletas de papel...) y les tengo cariño. Aunque tengo que confesar que siempre llevo una estampita de una virgen que me regala mi madre todos los años, pero sólo la llevo porque me la ha dado ella...
    Besos

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    1. Veo que es una manía más común de lo que yo pensaba :P :)

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  6. Muchos, incluso las personas más escépticas, tenemos rituales, u objetos talismanes. No porque creamos en la magia, sino porque como ha dicho Jack nos da confianza, o nos recuerda a alguien que nos reconforta y/o da fuerza. Ahí su encanto.
    Un abrazo!

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