Enamoramientos cotidianos.

Un profesor decía que hay que distinguir entre amor y enamoramiento, porque la mayor parte de las veces estamos "enamoramientados" y no enamorados. El enamoramiento es algo similar a lo que se siente ante una obra de arte, del tipo que sea: nuestro cuadro favorito, esa canción que tanto nos gusta, una película que no podemos parar de ver,... Es una especie de shock a los sentidos que nos hace sentir fenomenalmente, genial, fantásticos. Y que creemos, quizá porque lo deseamos, que no va a pasar nunca. Y no suele ser así. A veces esa película o ese cuadro se quedan, pero ya no nos provocan la misma sensación. Y otras veces simplemente aborrecemos esa canción que tanto nos emocionaba. A veces el enamoramiento pasa a amor, pero no siempre.

Yo he sido muy de enamoramientos porque, ¿qué tiene de malo alegrarse los sentidos? El enamoramiento puede durar una noche, una semana, unas horas, un mes,... O unos minutos. Recuerdo con cariño un flechazo de 20 minutos que tuve una vez. Yo estaba esperando el metro para ir a la universidad. Era primavera, pero en Valencia ya apuntaban los calores del verano. Ella llevaba un vestido azul, el pelo recogido con un lápiz y leía un libro como leen las verdaderas amantes de los libros: como si no hubiese nada más alrededor. Yo no dejé de mirarla. Cuando llegó el metro ella se levantó, lentamente, como si no quisiera romper la magia, y entró en él sin levantar la vista de las páginas. Yo la seguí. Me senté algo apartada de ella, pero durante todo el trayecto mis ojos se mantuvieron fijos en ella, y lo mismo cuando salimos del metro y ella tomó la dirección opuesta a la mía. Cuando llegué a clase me preguntaron que a qué se debía esa cara que llevaba. Y yo no dudé en contestar, con suspiro incluido: "Me he enamoramientado".  

Fueron 20 minutos, ¿y qué? Tuve la sensación de que aquella chica era verdaderamente especial, rara avis, y me sentí afortunada de compartir un poco de tiempo y espacio con ella. Me sentí fenomenalmente. Genial. Fantástica. Sin motivo aparente, simplemente lo sentí. Y fue estupendo.

Ese es solo un ejemplo. Ya digo que yo he sido muy "enamoramientadiza". Y me parece que esas cosas dan "sal" a los días normales. 

Hace poco, la última vez que estuve en Valencia, encontré a una candidata perfecta para uno de esos flechazos. Hacía tiempo que no me pasaba. Fue en la cola del supermercado. Yo estaba a punto de pagar unas cosas cuando detrás de mí se puso una chica. Dio los buenos días y yo me giré. Tenía una pinta un poco hippie y llevaba ese flequillo demasiado corto que se ha puesto de moda entre las chicas "alternativas", por decirlo de alguna manera. Tenía los ojos azules, pero lo que más resaltaba era su sonrisa: una sonrisa enorme, franca, contagiosa, de esas en las que no sonríe solo la boca, sino todo el rostro y, si me apuráis, todo el cuerpo. Me quedé en shock, ¡igual que cuando ves una obra de arte genial!, y no pude responder. Solo le devolví la sonrisa. Pagué, me despedí y salí de allí sonriendo, feliz de haberme cruzado con esa desconocida. 

Pero la historia aún no había acabado. Cuando estaba llegando al lugar que okupo cuando voy a visitar a Jack me la volví a encontrar, ¡éramos "vecinas"!. Llevaba la compra en las manos: un saco de pienso para perros y un bote grande de champú. Yo iba unos pasos tras ella cuando el bote de champú se le cayó al suelo. Ambas nos agachamos para cogerlo, aunque ella llegó antes. Desde ahí, estando ambas agachadas, se giró y me volvió a sonreír. Esta vez con una sonrisa mucho más amplia. "Gracias", me dijo. "De nada", dije, y sonreí, aunque no sé si mi sonrisa estuvo al nivel de la suya. Ella entró en su portal y yo seguí, dos portales más allá, hasta el "mío". 

Cuando llegué al piso le dije a Jack lo que había pasado. Se lo conté como si me hubiese encontrado por la calle a mi cantautor o mi escritor favorito. Como si estuviesen transportando la Starry Night de Van Gogh  por la calle y yo me hubiese cruzado con ella. O con Apolo y Dafne. Supongo que es un defecto mío, sentir lo mismo con unas cosas que con otras, pero es que una persona amable que sonríe por la calle ya casi no entra en la categoría de arte, sino en la de milagro.  ¿No os parece que eso merece unos minutos de enamoramiento?

Pero bueno, supongo que estas cosas solo me pasan a mí... :P


Hoy estoy... intentando pensar en positivo
Y estoy escuchando... Goodnight my love - Paul Anka

Comentarios

  1. Desde luego, la amabilidad es un bien tan escaso en los tiempos que corren que si, corre el peligro de convertirse en una especie de "artículo de lujo" o vaya usted a saber...

    En cualquier caso, bien está emocionarse con las cosas buenas de la vida...

    Te amo (de AMOR), Cachito ;) <3

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Si, si fuera esto un enamoramiento no me aguantarías tanto xDDD

      Muá! <3

      Eliminar
    2. Yo no aguanto na... yo lo que estoy es hasta las trancas por tus huesitos, que no te enteras, prema! ;)

      Te amo, Corazón mío

      Eliminar
  2. Qué bonito.
    Yo soy muy de eso también. Digo "eso" porque hoy no me siento capaz de escribir la palabra esa que has puesto xDDDDD
    El sonreir a desconocidos o a conocidos visuales es bien escaso. Yo la primera, que me cuesta la vida mirar a los ojos a desconocidos, más por timidez que por antipatía, las cosas como son.
    Precisamente ayer comentaba eso con un compañero de trabajo, que cada vez la gente es más individualista, más "ande yo caliente...". Hace poco un coche medio atropelló a una ciclista en el carril bici que hay justo debajo de mi piso y, aunque se paró, el tío quería marcharse al ver que estaba bien y se asombró cuando ella le pidió los papeles para hacer un parte porque, qué coño!, ¿y si por culpa de ese accidente tonto no puede ir a trabajar al día siguiente? La gente va demasiado a su bola.
    Esa chica con flequillo Izaskun (así lo llamo yo, y les pongo ese mote a todas las niñas que se cortan el flequillo con tijeras de punta redonda en el cole) bien merecía un enamoramiento ;)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por ponerle nombre. Sí, puede llamarse así, flekillo Izaskun. ¡Me gusta! XD

      Pues sí. La chica me miró a los ojos, las dos veces, y la verdad es que eso me desarmó. No suele ocurrir.

      Besote grandote, :)

      Eliminar
  3. Me he imaginado tan bien a la chica del supermercado que hasta yo le estoy sonriendo mentalmente. Qué gusto encontrar gente amable y que sonría de manera tan agradecida hoy en día. No es que abunden mucho, la verdad... Y la chica lectora del metro, no me extraña que te enamorientaras de ella, yo también la habría mirado embobada, para empezar porque... una persona en el metro que no esté pegado a su teléfono?? No es que haya ido mucho en metro, pero el 90% de la gente que he visto ahí van pegados a sus teléfonos cual asmático a su inhalador.

    A mí me pasa igual, me enamoramiento de muchas cosas, casi a diario. El viernes mismo me enamoriamenté con la recepcionista de mi nuevo dentista. Ay, qué chica tan agradable! Y me trató de usted, cosa que odio, pero era tan amable y con una sonrisa tan sincera que me quedé encantada con ella. Y también tuve un enamoramienton con Susana, una concursante antigua de Saber y Ganar que estos últimos días estuvo en Pasapalabra, la veo y me hace sonreir xD

    A veces, con ciertas entradas de blog que haces y que me llegan al corazón, también me enamoramiento de tí un poquito (un poquito graaaaaaaaaaande) Muá!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No es por quitarle mérito a la chica lectora del metro, pero entonces, en la prehistoria, no había smartphones. Lo que se estilaba más era el mp3... Pero de smartphones nada todavía.

      Pero sí es bonito enamoramientarse XD (Anda palabro! XD)

      Yo también me enamoramiento de ti a veces. Eres muy dulce, niña. :)

      Muá! :D

      Eliminar
    2. Ahhh es de hace tiempo... entonces ahora probablemente si la vuelves a ver, en vez de un libro tenga un ebook o algo así, o un iphone. En serio, cuando estuve por primera vez en Barcelona flipé con toda la gente usando los smartphones, nadie miraba a nadie, solo yo, con cara de tonta por mi primera vez en metro jajaja

      Gracias guapita mía :)

      Eliminar
    3. Fue allá por la primavera de 2007, sep. No sé cómo sería ahora, pero seguramente no fuese lo mismo. Ni ella, ni yo, ni la situación, ni nada XD Cosas de los enamoramientos.

      Jó. Con lo que me gusta a mí observar a la gente... (Sí, suena un poco mal xD)

      Eliminar
  4. Los enamoramientos son maravillosos. Pero eso sí, hay que diferenciarlos del amor como tú bien distingues, que si no pueden haber disgustos.
    Un saludo!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Desde luego. Hay que tener un poco de agudeza emocional ahí para ver las diferencias. A veces es muy fácil, otras no tanto ;)

      Eliminar
  5. Me encanta. Esa sensación que tan bien describes de sentirte fascinadx, irremediablemente atraídx, de querer saber más de esa persona que hasta hace un momento era una total desconocida.

    Como dicen arriba, los enamoramientos son maravillosos.

    ResponderEliminar
  6. A mí me pasa mucho lo que cuentas :D
    Me encanta quedarme embobada mirando a alguien que me deja prendada ♥ No siempre, pero muchas veces es gente que viste en plan alternativo. Si me pillan mirando me ponen mala cara, porque quizás piensan que los estoy poniendo a caldo mentalmente xDD pero nooo! :D
    O que lleven un peinado/color que me guste, o que estén leyendo un libro como en tu caso, etc.
    Me gusta mucho fijarme en los pequeños detalles de otras personas y sonreír por ello :)
    Ahora lo estoy haciendo ya con los niños, que nunca he podido jajaja poco a poco :P
    Ir por la calle con una sonrisa es la mejor sensación del mundo, como si llevaras estrellas a tu alrededor ♥
    No puedes escribir estas cosas que me emociono JAJAJAJAJA

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me gusta que te emociones :D

      Sí, eso es lo malo, que lo mismo piensan que les miras porque les estás poniendo a caldo, o porque eres una pervertida o algo u.u XD

      Eliminar

Publicar un comentario

¡Adelante! Deja tu retal :)

Entradas populares de este blog

Cómo aprobé el nivel Avanzado de la EOI preparándome por mi cuenta.

Tontos-a-las-tres.

Libro: La edad de la ira, de Fernando J. López