Carta a una mujer cualquiera.

Mujer, aunque posiblemente no te conozca, me siento cercana a ti, que tienes nombre y apellidos, mujer concreta, de carne y hueso. Te siento cercana, aunque no sepa quién eres.

Tampoco sé qué te ha pasado a ti, concretamente, pero estoy segura de que te ha pasado algo. A lo mejor no has tenido la desgracia de que te violasen en grupo y te dejasen tirada en la calle. Puede que no, eso espero. Pero seguramente has sufrido algún tipo de agresión sexual. Verbal o física.  ¿No te han gritado obscenidades nunca cuando ibas por la calle? ¿Nunca te han tocado en el transporte público? ¿Nunca han intentado forzarte a hacer algo que no querías hacer? ¿Nunca han ignorado que has dicho "No" en repetidas ocasiones hasta que han conseguido lo que querían? ¿Nunca han intentado aprovecharse de ti cuando habías bebido algo más de la cuenta?

Seguro que sí. A mí me ha ocurrido, y eso que yo pensaba que estaba a salvo. No sé por qué me había creído que las violaciones ocurren siempre en calles oscuras, que las padecen chicas guapas que llevan faldas cortas y que el violador es siempre un desconocido, una especie de inadaptado social, un monstruo. Las mentiras no se convierten en verdades al repetirlas una y otra vez... pero la gente llega a creerlas. 

Sí, estoy segura de que si eres mujer y estás leyendo has padecido alguna de estas situaciones desagradables u otras por el estilo. Y estoy casi segura de que te has sentido culpable. A lo mejor al bajar del metro te has puesto el pañuelo sobre el cuello intentando tapar el escote. O prefieres ir de pie en el autobús con tal de no sentarte al lado de un hombre. Puede que no hayas vuelto a ponerte esos pantalones ajustados. Quizá tienes miedo de volver a beber de más y le has perdido el gusto a salir de fiesta. O a lo mejor te cuesta confiar en la gente a la que acabas de conocer. O, quién sabe, a lo mejor pensar en ir más allá, en llegar al sexo, te revuelve el estómago y te aterroriza. Has dejado de hacer cosas por ese miedo, porque piensas que en esas cosas yace tu responsabilidad. Tú eres responsable -al menos en parte- de lo que te pasó. Eso crees. Yo también lo he pensado. Muchas veces.

Solo quiero decirte una cosa: la culpa no fue tuya. Ojalá a mí me lo hubiesen dicho. Estoy segura de que no has escuchado algo así muchas veces, y sí lo contrario. Porque una mujer que viste así, lo está buscando. Porque si sale de discotecas, lo está pidiendo. Porque si bebe de más, que se atenga a las consecuencias. Porque si va ajustada, quiere que la toquen. Porque si se pone fresca para hacer deporte, lo pide a gritos.  Porque quién le mandaba estar sola en la calle a esas horas. Porque era una calientapollas. Porque ella lo provocó. Tú lo provocaste. Yo lo provoqué. 

Eso es mentira. Repítelo: es mentira. No lo buscabas, no lo querías, no lo pediste. No hay justificación posible ni razones que puedan convertir en culpable a la víctima. No. No te lo creas. Por mucho que lo repitan. No te lo merecías. Y sospecha de quien te diga lo contrario.



Hoy estoy... indignada (sigo indignada)
Y estoy escuchando... Bohemian Rhapsody - Queen

Comentarios

  1. Nada que añadir.

    REPUGNANTE cualquier abuso, sea contra quien sea.



    Te amo, Bebé <3

    ResponderEliminar
  2. No soy mujer pero lo repito: es MENTIRA y una VERGÜENZA. Yo me he vuelto a indignar viendo que se ha repetido otro caso en Valencia.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No he sabido del caso de Valencia. Acabo de leer la noticia y, ¡al menos! la gente no volvió la cabeza y llamó a las autoridades.

      Gracias Geralt. Las mujeres tenemos que gritarlo, que es mentira. Pero si un hombre, cuando oye a otro decirlo, le tapa la boca, ya es fantástico.

      Eliminar
  3. Este tema me da mucha impotencia y rabia, TODAS lo hemos sufrido, algunas de peor manera por desgracia. Y lo peor es eso, que nos hace sentir culpables de que pase...

    Gracias por tus palabras Bettie ♥

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Todas. Todas. No conozco todavía a ninguna mujer a la que no le haya pasado algo parecido. Lo peor es que algunas no son conscientes de que lo que les ha pasado está mal... Que no es una cosa sin importancia.

      ;/

      Eliminar
  4. Y lo más asqueroso de todo ha sido el aplauso a los violadores...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Bueno eso ha sido... Lo más. Yo puedo entender que son sus amigos y familiares, pero los aplausos sobran...Totalmente.

      Eliminar
  5. A mí es un tema que me duele y me entristece. TODAS, así es. Y no lo merecemos, ni lo buscamos, ni lo pedimos y como bien dices tú, todo eso es MENTIRA. Nos hacen creer que es culpa nuestra. Y jamás, jamás nadie debe hacernos sentir culpables.
    Y sí, posiblemente un día nos quitaron la dignidad y algo más, pero por favor que no nos sigan quitando la libertad; la libertad de salir a hacer deporte por dónde queramos, la libertad de ponernos la ropa que queramos… Es difícil pero hay que intentarlo por una misma. Y hay que pedir ayuda, da igual el tiempo que haya pasado.
    No sé si conocéis los centros Mujer 24 horas, personalmente creía que sólo atendían casos de violencia de género, pero también atienden casos de abusos sexuales, agresiones sexuales y acoso sexual. Da igual el tiempo que haya pasado. Os dejo el teléfono, es el de la Comunidad Valenciana, pero hay una red a nivel estatal. 900 580 888 (24 horas al día, 365 días al año).

    Disculpa Bettie, igual me he extendido demasiado.

    Gracias por tus palabras, un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ni mucho menos. Me parece interesante todo lo que cuentas. Gracias por tu comentario :)

      Eliminar
  6. Tengo suerte y creo que no he vivido muchas de esas situaciones graves. Las del día a día, creo que como todas. Pero te digo una cosa, sólo una vez me he sentido culpable, y aún a veces...en fin, el qué me lo guardo.

    Pero yo, tan lenta para unas cosas y tan resuelta para otras, me niego a tener miedo. En el autobús me siento con quién sea, a veces antes con hombres que mujeres. Cómo si es negro -y no lo digo por racista, si no porque hay a quién le parece más sorprendente. He cruzado la ciudad sola, en minifalda, de madrugada después de una noche de fiesta. Y cuando me han gritado, he caminado más airosa -mi cuasi caída por culpa de la piedra mojada es otro tema, soy demasiado ridícula. Pero yo salgo de discotecas, a lo mejor con el mayor escote que has visto, y me respeto y hago respetar. A veces también hago que respeten a mis amigas. Los límites los pongo yo. Si quiero salir a correr sola, por el camino solitario del río, lo hago, y me niego a salir con miedo. Llevo el móvil, por mi madre y por la música. Me niego a tener miedo al salir de casa, no me importa que no me dejen justo en el portal de casa -vivo en un pueblo- de noche. No me importa enfrentarme a la carretera, parar de noche en una gasolinera vacía. Salir de fiesta y moverme de un local a otro, sola, buscando a alguien. Me han llamado inconsciente por eso, y yo lo veo normal.

    He viajado al extranjero, a una gran ciudad, e incluso de noche, me he negado a dejar que el amigo que me acompañaba caminara delante de mí si veía a un grupo de chicos, en plan protector. Y así puedo contar más historias, pero es que me cabrea mucho sentirme víctima. Y cuánto más leo, más se que seguiré discutiendo sobre esto el resto de mi vida. Me pienso especializar en estudios de género, y sé que, cuanto más sepa, más loca me llamarán. Por que lo han hecho, y eso que no voy "buscando guerra", ni debate, ni nada. Y aunque este lema no se interpreta exactamente así, no quiero ser "Ni puta ni sumisa" (Si te interesa el tema te recomiendo el libro que se titula así sobre el mismo movimiento).

    Me he enrollado y seguro que me he expresado mal, así que perdón. Pero tenía muchas ganas de leer algo así, y de decir abiertamente, que yo, si bien puede que no sea libre, me lo creo. Soñar es el primer paso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Leí el libro hace ya unos cuantos años. Interesante :)

      Yo no tengo más que decirte que olé tus ovarios. Desde luego, tenemos que hacernos respestar, faltaría más. Y no deberíamos vivir, ninguna, con miedo por el simple hecho de ser mujeres. Así que me alegro mucho por ti.

      Yo suelo vivir sin miedo, la verdad. Cuando me fui a vivir a Valencia iba a los locales de fiesta y volvía sola a casa todas las noches y nunca me planteé que me fuese a pasar algo. Y ahora, que vivo en un lugar más tranquilo, pues sigo igual. Pero después de una agresión concreta sufrí de agorafobia durante unos meses. Lo pasé fatal. A veces es más subconsciente y difícil de dominar...

      Yo he reaccionado de maneras distintas. A las agresiones más graves he reaccionado con más violencia, y no me avergüenza decirlo, que a comentarios obscenos, por ejemplo. Es que me pillan tan de golpe que no sé reaccionar, por muy mentalizada que esté. Pero desde luego, a la mujer se le debe respeto, y está muy bien que lo exija. Y si la atacan, que se defienda. A veces en ciertas situaciones, lo mismo te quedas en shock que sacas fuerzas de donde no creías que las tenías...

      Te has expresado perfectamente y no te has enrollado nada. Aquí no hay límite de caracteres :)

      Un beso.

      Eliminar
  7. El otro día precisamente hablaba con mi hermana y Sr.AA acerca de lo que pensamos que es o no es una agresión sexual. Y llegué a la conclusión de que hay muchas más de las que estamos dispuest@s a reconocer incluso, y que aunque yo tengo miedo por naturaleza (por todo, vamos, y me cuido mucho de ir sola por si pasa cualquier cosa, no necesariamente de índole sexual), las mujeres en general, tenemos más miedo que los hombres. Y supongo que en parte es porque estamos sometidas a ese tipo de presión añadida...
    Gracias por escribirlo tan claro porque lo mismo ayuda a otras personas a saber y reconocer que no es culpa de ellas, culpa nuestra.
    Bsitoss

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No está tan claro, ¿verdad? Todos los "consejos" anti-violación se dirigen a nosotras y a nuestro miedo. Es terrible.

      Hace un tiempo un hombre me dijo que los hombres que menospreciaban a las mujeres lo hacían desde la postura del que se siente superior y nunca ha sentido el miedo a ser violado por la calle. Yo nunca lo había pensado, pero es cierto que esa precaución va grabada a fuego.

      Hay muchas maneras de agredir sexualmente, y muchas están más que socialmente aceptadas. La gente se ríe de ellas. En fin.

      Eliminar
  8. Pues eso, no hay mucho más que decir.
    Hace un par de años me ponía feminazi en el blog y criticaba los piropos callejeros, porque sí, yo los vivo como una agresión sexual. Porque no son piropos, son faltas de respeto, opiniones que nadie pide y que te vienen simplemente de... ser como eres. O de vestir como vistes. Y encima soeces y bordes. Y a mí me dan mucho asco. Igual que las miradas, hombres que se giran, que te analizan, que escrutan tus shorts o que te insultan por "gorda" (?). Son agresiones, las queramos ver o no.
    Ir en un ascensor con una señora da miedo a un señor. Un señor que debería dimitir, porque hay ciertas opiniones personales que no se pueden expresar teniendo un cargo público. Claro que sería mejor si no se pudieran ni pensar, pero eso ya sería demasiado... No como decirle a una mujer cómo tiene que vestir o cuánto tiene que beber para que se considere agresión. Y todo desde el punto de vista masculino, oiga, no les demos voces a las muchachas vaya a ser que se empoderen...

    ¿Se nota que me hierve la sangre a borbotones?

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Se nota.

      Yo debatía de esto de los "piropos" callejeros. Y me decían que están los soeces (te comía to lo negro) y los no soeces (guaaapaaaaa). Y yo, fíjate, cosas mías. No me molesta que me digan guapa si lo piensan, pero si de verdad te lo parezco, no me lo digas como a un perro: acércate, preséntate y dime lo que quieras. xDD Toy loca, ¿no? XDDD

      Y eso, que decidan los hombres sobre las mujeres en temas cruciales -como el aborto, por ejemplo- es ya de traca. En fin.

      Eliminar
  9. Y yo no había llegado esto antes de recomendar cierta cosa :P
    Pero sí, es del mismo tema. Mejor dicho imposible.
    En cuestión de piropos yo nunca tuve problema con eso xDDDD pero mis amigas sí, y algunos tela...
    Así que me haya pasado a mí más gordo, un tío en la discoteca, que por ser rechazado terminó tirándome agua encima y luego tocándome el culo. Lo peor es que su amiga se reía de lo que me estaba haciendo.
    Yo me acojoné un poco, porque se le notaba la ira e intenté calmarlo. Pero nada, me tuve que ir de allí como pude, y eso que estábamos rodeados de gente.
    Luego otra cosa que no voy a narrar por aquí, pero que pensándolo ahora fue algo fuerte.
    Ains T____T

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¿VEEEEEEEEEEEEEEEEES?

      Todos. Y lo de los piropos no tiene que ver con resultar más o menos atractiva. Te lo digo por el equis-de-de-de-de XD

      Todas, todas hemos pasado por cosas de estas.

      Eliminar

Publicar un comentario

¡Adelante! Deja tu retal :)

Entradas populares de este blog

Cómo aprobé el nivel Avanzado de la EOI preparándome por mi cuenta.

Tontos-a-las-tres.

Libro: La edad de la ira, de Fernando J. López