Intentarlo demasiado.

Los que se supone que saben de esto -psicólogos, orientadores laborales, coaches varios- dicen que cuando uno se queda en paro, es fundamental mantener las rutinas. No remolonear en la cama, no quedarse en pijama, no cambiar los horarios de las comidas... Recomiendan madrugar, arreglarse y salir a la calle a buscarse las papas. A mí -y creo que a mucha gente- no hace falta que nos lo digan. Quedarnos en casa sin hacer nada es un camino directo a la locura. Hace poco me preguntaron que por qué madrugaba tanto, si estaba de vacaciones. Como lo leéis. Contesté que para no volverme loca tengo que levantarme cada mañana temprano y ponerme a estudiar en cuanto los quehaceres de la casa me lo permiten. Ése es el clavo ardiendo al que me aferro para no volverme tarumba. Creo que quien me lo preguntó no lo entendió. En parte lo comprendo: es una persona que nunca ha estado parada, si no ha sido por una enfermedad. Probablemente agradecería un tiempo sin hacer nada, solo descansar.

Pero bueno, hay que salir y buscar trabajo para mantener la cordura. Lo que pasa es que a veces no es fácil. Ni mantener la cordura, ni buscar trabajo. Ni ambas cosas a la vez.  Uno sale de casa arreglado, con su mejor sonrisa puesta, con la mejor cara que ha sido capaz de componer, cargando su carpeta/mochila llena de currículos y esperando que ese sea el día. Casi nunca lo es, pero uno lo sigue esperando. Al final de la mañana, se vuelve a casa descompuesto. La sonrisa quedó en el 4º "No recogemos currículos". La cara se descompuso con el "No creo que te llamemos, pero si no te importa tirar el papel...". Y una lágrima de frustración emborronó el rímel cuando una secretaria/recepcionista insensible y poco profesional que no paraba de mirar el móvil mientras te hablaba te dice "No creo que tengamos nada para ti". 

Es el pan de cada día, pero al menos no es personal. Uno se consuela pensando que, en fin, las cosas están mal para casi todos y que no eres el único que ha vuelto a casa hecho un cuadro y que va a tener que pasarse recomponiendo las piezas para, al día siguiente, volver a salir con la mejor cara y la mejor sonrisa de casa. Vuelta a empezar.



Pero conozco a alguien que hoy está triste porque no tiene ese consuelo. Conozco a alguien que desde que está en paro ha salido a hacer su ronda de entrega de currículos cada cierto tiempo, que ha vuelto, que ha insistido, que no quiere que se olviden de él. Esta persona se patea las calles diariamente en busca de algo, lo que sea: un cartel en un bar o una tienda, una oferta en la oficina del paro,... Todo ello sin dejar de lado las empresas de su sector, porque, aunque no está en su mejor momento, puede sonar la flauta. Ha pasado otras veces. Contratos para una semana o quince días. Un mes si hay suerte. Pero ese poco es suficiente para recuperar algo de autoestima y de esperanza. Para ir alimentándose, más espiritualmente que otra cosa. 

Hoy ha vuelto a las empresas de su sector a entregar su currículo. A veces bromea diciendo que los ponen en el aseo para que la gente se limpie el culo, de tantos que tienen. Sin embargo él sigue llevándolo, no sea que el que llevó la última vez haya quedado por debajo en la pila de papeles y, cuando surja un puesto de trabajo, él no esté entre las posibilidades que se consideren. Pero hoy le han cerrado la puerta a esa pequeña esperanza también.

- Venía a entregar un currículum.

- Pero...Mira, es que no te lo podemos coger.

- ¿No? ¿Por qué no?

- Pues porque ya tenemos muchos tuyos. No vamos a cogerte más. 

Seguirán cogiendo currículum, pero no suyos. Lo ha intentado demasiado, supongo. 

¿Qué hacemos cuando se nos cierren todas las puertas? ¿Cómo mantenemos la esperanza? ¿A qué nos aferramos para no volvernos locos?



Hoy estoy... desesperanzada
Y estoy escuchando... Llueve - Rosana

Comentarios

  1. No te preocupes, que la esperanza no me falta siempre que pienso en ti.


    Te quiero <3 ANIMO!!!

    ResponderEliminar
  2. Hay gente muy estúpida cuando se trata de la palabra vacaciones... bueno, y en general.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Lo de la gente estúpida en general...bien, no puedo negarlo. Al menos en este caso no hubo mala intención, que ya es algo.

      Eliminar
  3. Jolín, sí que es desesperante sí T____T
    Si estás en paro pero no quieres estarlo, como vas a estar sin hacer nada? Es de locos. Algo habrá que hacer digo yo xD
    Ains! a ver si esas puertas se abren de una vez.

    ResponderEliminar
  4. Me gustaría poder contestarte a esas preguntas algo esperanzador... pero no soy la más indicada. ¿Conoces los experimentos más famosos de Selingman? Pues eso -.-'
    Ánimo, que esto tiene que cambiar

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues no los conocía, la verdad. ¡Gracias por enseñarme cosas! :)

      Eliminar
  5. ¡Mucho ánimo! es lo único que te puedo mandar, por desgracia, después de leer tus palabras. Todo esto tiene que cambiar. Y sigue con tus rutinas. Le estás echando muchas narices. ¡Besos mil!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No tantas en mi caso. Pero hay gente que lleva una batalla tremenda cada día y al final solo encuentran malas caras :(

      Eliminar
  6. Realmente frustrante. Ánimo que en algún momento las cosas dejarán de ir a peor y si me apuras, ese momento se acerca. Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡¡¡El apocalipsis va a chegáaaaaaa!!! xDDD

      Gracias <3

      Eliminar
  7. Buff, te podría dar mil frases hechas para confortar, pero no creo en esas cosas. A veces hay que hundirse del todo y tocar fondo y descansar de buscar trabajo. Cambian las perspectivas, los enfoques, los puntos de vista, aunque la situación siga siendo una mierda. De las alternativas que sé me ocurren ninguna es legal, así que mejor no decirlas, por si acaso...
    Me pregunto muchas veces eso mismo, qué debo hacer, o qué tengo que hacer ya. Tenemos, en plural, porque cada vez somos más. Ya sé que no estoy en paro, pero desgraciadamente sé qué es pasar por ahí y sigo sin entender la incapacidad de algunos para sintonizar con los demás. Ojalá cambie el rumbo, ojalá esa persona pueda conservar esperanza porque empiecen a pasarle cosas buenas.

    Un abrazo a cada uno! (la Runa desde su retiro)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues vaya retiro, que tienes tiempo para mis -nuestras- neuras... xD

      Abrazos apretujaos.

      Eliminar
  8. ¡¡¡Mucho ánimo Jack y Bettie!!! Sé que está más que dicho y que no es consuelo, pero... Algo habrá de verdad en esa frase que decía mi abuela: "no hay mal que cien años dure"...

    Quiero pensar que tendréis suerte... ¡De la buena!

    Pienso mucho en vosotros...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Eso sí. Ni cuerpo que lo resista xDDDDD

      Ains, son reveses. Luego se te pasa, un poco al menos. Pero en el momento jode que no veas XD

      Muá, amiga.

      Eliminar
  9. Sólo queda decir que ánimo y que todo pasa.... Lo que no te mata te hace más fuerte y eso, no? Besos a porrones, chicos.

    ResponderEliminar
  10. Ya... pero... pero...¿y si te mata? xDDDDD

    Nah, habrá que aguantar, :)

    ResponderEliminar
  11. Uy, no sabes cómo os entiendo. Primero porque estoy ''parada'', un término muy gracioso ¬¬

    Segundo porque a mí también me ha pasado lo de no querer que les entregue más veces el CV, aunque todo sea dicho me lo pidieron por favor

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

¡Adelante! Deja tu retal :)

Entradas populares de este blog

Cómo aprobé el nivel Avanzado de la EOI preparándome por mi cuenta.

Tontos-a-las-tres.

Libro: La edad de la ira, de Fernando J. López