Nochevieja.
De pequeña me gustaba la Nochevieja porque era un día en el que había excusa para quedarse despierto hasta tarde. Hasta las 12, al menos. Pero siempre conseguíamos "arañar" un poco más de noche para ver las galas de la tele. Cuando fui creciendo disfrutaba de pasar la noche en vela, cantando, bailando y comenzando el año con alguna locura. También descubrí, algo más tarde, que no hay mejor forma de empezar el año que besando a la persona que quieres. Últimamente me he dado cuenta de que hay infinitas formas de pasar la Nochevieja, pero tengo una firme convicción: Nochevieja es una noche para soñar. Despierto, o dormido, en una macrofiesta o viendo la tele, jugando al trivial con amigos o en una cena de gala. Y para desear que se cumplan nuestros sueños. 2014, you know, bring us a dream.