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Mostrando entradas de octubre, 2013

Libro: Calor desnudo, de Richard Castle

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Vamos allá con la reseña de la segunda entrega de la saga "Nikki Heat" de Richard Castle. ¿De qué va el libro? La ola de calor ha pasado y ha llegado el otoño. Jameson Rook ha acabado de documentarse y ha publicado su artículo, que más que sobre el trabajo en Homicidios se ha convertido en un monográfico sobre la detective Nikki Heat. Este artículo es la causa de que Heat y Rook rompan su relación. Sin embargo, hay una razón de peso para que la retomen, al menos profesionalmente: Rook aparece en la escena de un crimen. Una columnista de cotilleos es torturada y asesinada pero, ¿por quién y por qué? Hablando del libro... La novela viene a ser más de lo mismo que la anterior: una novela policíaca. La trama es amena, entretenida y te mantiene atento a la lectura. Como ya dije en la reseña de Ola de calor no se trata de obras maestras, pero como "libros hamburguesa" cumplen su función más que bien. De nuevo, gran parte de su atractivo es l

Buscando inspiración.

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¿Conocéis Pinterest ? Es otra red social más, pero esta pretende ser una versión virtual del típico tablero de corcho en el que poníamos (o ponemos) las cosas que nos gustan. Así a primera vista puede no sonar muy atractivo, pero una vez que le coges el truco tiene su gracia. Pinterest es, por ejemplo, una gran fuente de ideas para preparar eventos (bodas, cumpleaños, fiestas,...), para sacar ideas de vestuario o maquillaje, para encontrar imágenes relacionadas con nuestras aficiones (tejer, leer, hacer manualidades varias,...). Eso entre otras muchas cosas. Pues bien, el otro día me fui yo tan decidida a Pinterest a encontrar citas para motivarme y animarme, que la capacidad de automotivarse es un tesoro, pero a veces es necesario un poco de empuje externo. Así que abrí la página y escribí en el cuadro de búsqueda la palabra "motivation".  La depresión fue absoluta. ¡El 90% de los carteles me estaba llamando gorda! O insinuándolo. O algo. Aparecieron frases como:

¿Escribes?

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Yo lo intento. No lo intento mucho, la verdad: siempre tengo cosas más urgentes que hacer. Para mí escribir requiere encontrar un espacio de tiempo más o menos amplio en el que pueda estar tranquila, dentro de lo que cabe, en el que pueda dedicarme a escribir y nada más. Soy muy "mía" para estas cosas de la creación. No es que quiera dármelas de diva de la pluma y el teclado, ni mucho menos. Pero en esto, como en todo, cada uno tiene sus costumbres y sus manías. Seguro que no hace tanto, pero me parece que han pasado eones desde que escribí el último poema, el último relato... Mal, muy mal, Bettie. Bueno, seamos justos. Escribo aquí casi todos los días. Lansy me dice, alguna vez que otra, que escribo un montón. No es que el blog sea una obra literaria de nivel, es más, ni siquiera lo pretende, pero escribir aquí es, al fin y al cabo, escribir. Opinión, poemas, pequeños relatos,... Practico, aunque sea de aquella manera, no lo voy a negar. Todo sea por no perder el múscu

Granadas

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Mi fruta favorita son las granadas. Desde siempre. Son una fruta dulce, colorida, jugosa,... De niña recuerdo que mi padre me las partía en trocitos pequeños para que yo pudiese sacar los granitos y ponerlos en un plato. De mayor, Jack también se aficionó a hacerlo.Y mi padre y Jack son dos de mis personas favoritas en el mundo mundial. Hace unos días mi padre llegó muy, muy feliz a casa. No es que mi padre sea una persona que acostumbre a estar triste. Más bien todo lo contrario: es difícil no encontrarle con una sonrisa en la boca. Pero ese día estaba más que sonriente, satisfecho, ilusionado. - ¿A que no sabes qué he traído? -me dijo. - No, no lo sé. -contesté yo- ¿Qué has traído? Me tendió una bolsa con tres granadas enormes y preciosas. Quizá las granadas más bonitas que yo haya visto en mi vida.  Debió de ver la alegría en mi cara, porque su sonrisa se amplió y empezó a explicarme cómo las habían traído de Murcia (y me acordé de mi querida Perri ,

Memoria auditiva.

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Supongo que habréis escuchado hablar alguna vez de la memoria olfativa: olores que te recuerdan momentos, o personas. A mí me pasa de tanto en tanto. De hecho, hace unos meses abordé a una señora por la calle para preguntarle qué perfume usaba, porque era el mismo que solía llevar mi abuela. Pero creo que hay otras memorias. La memoria auditiva es la que va a ocupar este post. Y en concreto, la memoria musical. El otro día, mientras me duchaba -es mi momento para pensar favorito- me di cuenta de que asocio canciones a todo el mundo que conozco. O casi, no sea que aparezca la excepción. Incluso a algunas de vosotras también os asocio canciones. A veces tiene que ver con una conversación, otras con una vivencia, con un concierto, ... Es curioso y me parece de lo más chulo, ¿os pasa también a vosotros? Hay ciertos recuerdos que vuelven con una música concreta. Son recuerdos de mi infancia. De viajes en coche para pasar una semana en la playa, con mis tíos. De idas a la Feria de A

Cambios, sí. Estos, no. #NoALaLOMCE

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No paramos de oír que la educación no es un gasto, es una inversión. Y yo, realmente, así lo creo. Pero hay que invertir en la educación adecuada. Hay que hacer las cosas bien. Y no estaría de más que pusiésemos los medios para que esa inversión revirtiese en nuestro país y no en Alemania, Reino Unido, o vaya usted a saber dónde. Digo esto porque el problema de la LOMCE no es solo un problema de invertir o gastar más o menos. No es un problema de recortes únicamente. De hecho hay cosas que me hacen sospechar que no va a ser una ley nada austera. La cantidad de evaluaciones externas independientes, por ejemplo. Ese tipo de pruebas son bastante costosas, puedo imaginar.  También es un problema de inversión, claro. De inversión, por ejemplo, en becas. Hace tiempo leí una frase que decía "¿Y si la vacuna contra el SIDA o la cura contra el cáncer están atrapadas en el cerebro de alguien que no pudo estudiar?". Es un pensamiento bastante perturbador, por lo menos así lo

Queridos docentes (#NoALaLOMCE)

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Al principio de La princesa prometida , el libro, hay una especie de prólogo. En él, William Goldman habla de cómo una maestra suya no sabía qué hacer con él, pero comentaba que ella nunca perdió la esperanza, que siempre tuvo esperanza. Su maestra le decía... —Eres de los que tardan en florecer, eso es todo. Winston Churchill tardó en florecer, y tú también. Él no entendía muy bien de qué iba eso de florecer tarde, pero le agradeció a su maestra esa paciencia. Y también agradeció que, después de apasionarse por los libros de aventuras, ella le recomendase uno detrás de otro y los comentase con él.  No sé cuánto hay de ficción y cuanto de verdad en ese prólogo, pero me hizo pensar en que todo el mundo, o casi todo el mundo, recuerda con cariño a algún maestro o profesor. Algunos, incluso, admiramos a alguno de los profesores que hemos tenido, o a más de uno. Incluso podemos llegar a entender cómo Platón reverenciaba a su maestro Sócrates, cómo nunca perdonó a Atenas el

De tontos y listos. (#NoALaLOMCE)

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Los seres humanos crecemos, nos desarrollamos a diferentes ritmos. Los que son padres o ven crecer a los niños lo saben: un niño habla por los codos enseguida, mientras otro apenas balbucea; a la misma edad, un niño es muy responsable mientras a otro le cuesta hacer muchas cosas por sí mismo. Esto ocurre en muchos aspectos de la vida y durante buena parte de ella, por no decir casi toda: el síndrome de Peter Pan existe.  Los maestros y los profesores lo saben bien. Yo, en el poquísimo tiempo que he estado en las aulas, he podido comprobarlo. En una misma clase, con chicos y chicas de edades muy similares, había niveles de madurez muy distintos en varios sentidos: emocional, cognitivo, ... De hecho, la profesora con la que estuve trabajando me comentó el caso concreto de una de las chicas, repetidora, que no parecía ella misma: - El año pasado era totalmente irresponsable, todo le daba igual, no trabajaba ni aunque se lo recetase el médico,... Y las notas, ni te cuento. ¡Y a

Libro: Ola de Calor, de Richard Castle

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¡Bien! Reseñita fresca traigo. Ya sé, hoy me amontono, pero como suelo decir, no hay que leerlo todo, que esto no son deberes :P La cuestión es que anoche acabé Ola de calor , y ante la duda de qué leer después, casi por inercia, empecé Calor desnudo . Creo que es bastante evidente, pero tengo que decirlo: Soy una Castle-adicta. ¿De qué va el libro? Nikki Heat es una policía del departamento de homicidios de Nueva York a la que se le ha pegado, como una lapa, el periodista Jameson Rook con la excusa de documentarse para escribir un artículo sobre los equipos que investigan homicidios. Parece que va a tener material, porque un magnate de la construcción aparece muerto y los indicios apuntan a que la muerte ha sido violenta. Su trabajo empieza, y el caso tiene de todo: una mujer florero, un contable que no tiene nada que contar, un magnate arruinado metido en líos de apuestas, ... ¿Quién da más? Con ese material, lo difícil es no escribir un buen artículo... Hablando del lib

Quiero decirte algo...

Queridxs, este relato es viejo. Seguramente lo habéis leído ya todxs aquí . Es el relato corto con el que gané el concurso de Manhattan Cómics . Pero he caído en que no lo puse por aquí. Así que, bueno, aquí viene. Hoy, especialmente dedicado a Runa a.k.a mi gemela cerebral. Y a Papish y Txus, dos ángeles guardianes. *** Manhatto había pasado mucho tiempo preparándose para aquel momento. Lo había ensayado muchas veces. Tantas, tantísimas, que había perdido la cuenta. Había aprendido cada palabra de memoria, a pesar de lo difícil que era recordar los cambios que él mismo hacía. Tenía miedo de que, a la hora de la verdad, lo que saliese fuese un batiburrillo incomprensible, una mezcla incoherente de todos los discursos ensayados.  “No”, se dijo, y sacudió la cabeza. Miró fijamente al escaparate y vio su reflejo. Comenzó de nuevo a ensayar, repitiendo otra vez las mismas palabras en su mente: “¿Sabes, Arancha? Quiero decirte algo...” *** Llegaba tarde. Arancha ll

De cuerpo presente.

Hoy os vengo con una entrega más del anecdotario del pueblo. Pero visto que es el día del Señor y que hay que santificar las fiestas, lo que os traigo hoy es un poco de formación espiritual. Pecadoras, más que pecadoras. ¿Sabéis de qué me he dado cuenta? De que la gente va a misa con el piloto automático puesto. De que no se enteran de nada, vaya. Me di cuenta hace un par de días. Asistí a una misa oficiada por el alma de un difunto, uno de esas cosas que se hacen más por apoyar a los que quedan que por otra cosa. El caso es que allí estaba yo, con mi madre, escuchando misa. Porque yo sí escucho misa. Porque ir pa ná, es tontería , como dice mi paisano. Total, que allí estaba yo escuchando. El sacerdote empezó la misa hablando un poco de la vida de San Lucas, el santo que tocaba ese día, cosa que me pareció interesante y demás. Yo pensaba: "Madre mía, qué bien, no te sueltan el sermón rollaco y ya, algo es algo... Ahora entiendo por qué la gente está tan contenta con este cu

Autosuficiencia

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Gato es un animal tremendamente autosuficiente. Hablamos, básicamente, de autosuficiencia emocional. Sí. No es de esas mascotas que te hace sentir necesario, casi imprescindible. Te hace sentir, más bien, como una máquina expendedora de comida. Lo digo sin mal rollo. Es curioso ver como el tío se apaña para no pedir mimos. Cuando quiere una caricia, en lugar de pedirla, se acaricia él mismo contra cualquier cosa. Y cuando tú le llamas para darle mimos pasa olímpicamente. Se queda quieto, mirándote, como diciendo: "Ya vendrás tú. Eres tú la que quieres acariciarme. Yo me apaño bien solo. Gracias." En serio. Es tal que así.  No sé de qué me extraño. Durante largos periodos de mi vida yo he sido también una persona bastante autosuficiente en lo que se refiere a los sentimientos. Me he valido por mí misma en ese sentido, y lo he hecho bastante bien. Tanto que a veces se me ha llegado a decir que era una persona fría, sin sentimientos. Nada más lejos de la realidad. Lo que pa

Incomunicable

Dice Karl Jaspers que una de las señales de que el hombre filosofa originariamente son las preguntas de los niños. Las que hacen, o las que se hacen, lo mismo da. Así que no sé si lo mío era una señal de mi porvenir o una de esas señales de que todo ser humano tiene algo de filósofo hasta que aprende a reprimirlo. El caso es que yo, de pequeña, tenía pensamientos muy profundos. Sobre la muerte incluso. Suerte que yo era más de preguntarme a mí misma que de decir las cosas en voz alta. Si no, seguramente habría acabado siendo carne de psicólogo infantil o similar.  Uno de los problemas que me atormentaban más era el de la insuficiencia del lenguaje. Está claro que cuando yo tenía 6 años y pensaba en estas cosas no me refería a ellas así. A mí me preocupaba cómo decir algunas cosas para las que no encontraba palabras. Cómo explicar cosas que no sabía explicar. Vaya preocupación para una niña pequeña, ¿verdad? Al principio pensé que era cuestión de que no sabía la suficientes pal

Neil Gaiman habla sobre la lectura, las bibliotecas, la imaginación...

Hoy he leído este artículo, y tengo que dar gracias por poder defenderme en inglés: es un artículo maravilloso, emocionante, genial. Y creo que todo el mundo debería leerlo. Por eso he decidido dedicar un rato -un buen rato- a traducirlo -de aquella manera, claro- para aquellos que no saben inglés.  A lo mejor hay otras traducciones por ahí, pero en fin, me parece importante y creo que merece la pena. Perdón, de antemano, por la cutre-traducción, que en algunos puntos será demasiado literal, en otros demasiado libre, y en otros un desastre. Una hace lo que puede, que no es mucho. El artículo es una adaptación de una charla que dio Neil Gaiman hablando de lo importante de leer, de leer por placer, de leer ficción, de que existan sitios donde leer, ... En fin, Ahí va. Neil Gaiman: Por qué nuestro futuro depende de las bibliotecas, la lectura y el soñar despiertos. ( El original en The Guardian ) Es importante para la gente decir de qué lado están y por qué, y si son parc

Defectos.

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¿Saben? Es lindo tener a alguien que te quiera. A alguien que sepa ver más allá de los defectos. No a alguien que nos vea perfectos, no. Más bien alguien que nos ame, tal que así, con aciertos, con errores, con luces y sombras. ¿Y saben qué es lo mejor? Cómo esos defectos que aborrecemos se vuelven hermosos al toque del amor. Cuando las rarezas se vuelven originalidad; cuando los pelos revueltos de la mañana son un signo de naturalidad; cuando esa mancha de nacimiento, o ese lunar, o esa cicatriz son marcas con las que él o ella nos reconoce, rincones de nuestra piel que besa; cuando esas costumbres irritantes son, a sus ojos, simpáticas manías; cuando esa incapacidad de levantarte de la cama él, o ella, la convierte en una excusa para adorarte; cuando hasta ese nombre que odiamos en su voz suena a poema... Entonces nos sentimos más hermosos y por un instante, en un arrebato, casi creemos que no necesitamos cambiar nada. Sé que uno mismo debe quererse, pero