Cambios, sí. Estos, no. #NoALaLOMCE


No paramos de oír que la educación no es un gasto, es una inversión. Y yo, realmente, así lo creo. Pero hay que invertir en la educación adecuada. Hay que hacer las cosas bien. Y no estaría de más que pusiésemos los medios para que esa inversión revirtiese en nuestro país y no en Alemania, Reino Unido, o vaya usted a saber dónde.

Digo esto porque el problema de la LOMCE no es solo un problema de invertir o gastar más o menos. No es un problema de recortes únicamente. De hecho hay cosas que me hacen sospechar que no va a ser una ley nada austera. La cantidad de evaluaciones externas independientes, por ejemplo. Ese tipo de pruebas son bastante costosas, puedo imaginar. 

También es un problema de inversión, claro. De inversión, por ejemplo, en becas. Hace tiempo leí una frase que decía "¿Y si la vacuna contra el SIDA o la cura contra el cáncer están atrapadas en el cerebro de alguien que no pudo estudiar?". Es un pensamiento bastante perturbador, por lo menos así lo creo yo.  El recorte en becas es un recorte en posibilidades, no solo para los individuos, sino para el país, en general.  Y ya no son solo las becas: los recortes en investigación hacen que esa pregunta retórica cobre más y más sentido. Pero de esto ya he hablado otras veces, así que me lo salto.

Como decía, no es solo un problema de gasto. Quizá un día salgamos de la crisis y alguien se vuelva loco y empiece a meter dinero en educación. Particularmente, creo que eso no cambiaría gran cosa si seguimos con esta ley. 

Si habéis leído los sucesivos borradores de la LOMCE habréis podido apreciar el espíritu que se desprende de los mismos. El concepto de educación se consolida en la deriva mercantilista que venía tomando y, casi como cuando se entra al infierno, se abandona toda esperanza que suponga una formación integral, cultural, completa del alumno. En definitiva, lo que parece importar es fabricar trabajadores. ¿El método? Muchas horas de lengua, de matemáticas y de inglés. Para mejorar la capacidad de lectoescritura, la capacidad matemática y la competencia en inglés. Y así se arreglan las cosas: poniendo más horas se soluciona todo. ¿Cambiar metodologías? Ni se plantea. Aparte de eso, algo de ciencias y tecnologías, que son el futuro. ¿Todo lo demás? Accesorio. Música, ética, cultura clásica, arte,... Eso, ¿para qué? Nos conformamos con formar especialistas o técnicos en poco, y sabios en nada. Y por sabiduría no me refiero a inteligencia, sino a la capacidad de manejarse por la vida con sabiduría, con prudencia, con dignidad. Si a esto le sumamos la segregación temprana de la que hablaba el otro día, tenemos un cóctel maravilloso para un sistema educativo propio de una novela distópica.

Podemos hablar también de la desaparición progresiva de la diversidad en las aulas. La tendencia en los últimos años era la de incluir a niños con diferentes capacidades cognitivas, perceptivas, motrices, etc. en las aulas con el resto de los niños. Yo estudié cuando era pequeña con un compañero que tenía parálisis cerebral. Le recuerdo con mucho cariño. Todos le queríamos, le ayudábamos. Fue altamente educativo tenerle en clase. En el colegio donde hice las prácticas me comentaron que una alumna con Síndrome de Down había sacado allí su graduado en ESO hacía un par de años. Hace un tiempo leía orgullosa cómo una madre contaba la naturalidad con la que su hija y otros compañeros habían acogido a unos niños autistas que iban a estudiar en su clase en un colegio concertado. Es maravilloso que los niños aprendan que en el mundo viven  personas diferentes, que convivan con esa diversidad y que se eduquen en ella, que la vivan con naturalidad. Pero eso no está en el espíritu y la letra de la LOMCE. Y mucho menos con los recortes presupuestarios.  Y si ya hablamos de los colegios en los que niños y niñas van a estar separados y que van a ser financiados con dinero público...Diversidad, ¿qué diversidad?

Quizá la LOMCE mejore los resultados del informe PISA, cosa que dudo mucho. Pero tener mejor nota en esa prueba no nos va a hacer mejor país así, automáticamente.  Y la educación es una parte de lo que necesitamos para mejorar como país. Tenemos que formar ciudadanos responsables, no solamente especialistas  empleables. Tenemos que conseguir que los niños y jóvenes entren en contacto con los distintos saberes y ciencias, que adquieran y aprecien la cultura. Tenemos que fomentar, no solo desde las aulas, pero también desde ellas, la tolerancia, el respeto, el compromiso, la solidaridad, la colaboración, ...  Debemos intentar que cada persona saque lo mejor de sí, y no moldearles a nuestro antojo o desecharles si no son lo suficientemente maleables.

Sí, la educación en este país necesita cambios. Cambios profundos e importantes. Pero no este cambio. Y desde luego, no así.


Comentarios

  1. Al final acabará saliendo en los libros de historia el desgraciao este... "tristemente celebre".

    A ver si algún día se respeta la educación en este país...


    TQM BB

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  2. Al fin llegó el momento de dejarte el primer "retal" jejeje ;-)
    Absolutamente de acuerdo con tu "diagnóstico" de la LOMCE. Es una ley en la misma línea neoliberal de las demás "reformas" del gobierno PP, y en línea además con las políticas impuestas por la troika a los países que han caído en la trampa de la "deuda": colgarnos boca abajo y darnos palos hasta que caiga todo lo que tenemos. La novela distópica de la que hablas no es sino la actualización del viejo régimen de siervos y señores. Nada nuevo. Dos castas, la de arriba y la de abajo. Dos escuelas: la buena y la chunga. Dos mundos: el opresor y el oprimido. Te dejo un enlace a la web "SoyPública" donde encontrarás una presentación acerca de "La escuela global capitalista" muy clarificadora. http://soypublica.wordpress.com/2012/05/27/la-escuela-global-capitalista-desmontando-el-informe-pisa-y-sus-mentiras/

    Seguiré mandándote "retales". ¡Un saludo y enhorabuena por el blog!

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    1. Sí, leí ese post sobre el informe PISA en su momento. Muy ilustrativo de cómo nos venden la moto y la catástrofe.

      Y no hay nada por qué dar la enhorabuena, esto es casi un "diario", más que otra cosa ;) Pero gracias por pasar y comentar ^^

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  3. El otro día buscaba por Internet argumentos a favor y en contra de la ley. Como me esperaba, argumentos a favor pocos encontré y no me convencieron para nada. ¿En contra? Ya los has dicho tú. A veces me planteo si los ciudadanos no nos quejamos por el mero hecho de que algo se va a cambiar y nos asusta, pero en este caso ( bueno, y en muchos otros también) tenemos motivos para estar enfadados. La educación es fundamental y lo que se sebe cambiar es sobretodo la metodología, mejorar la formación de los profes, dar ayudas etcetc... Pero no hagamos de los crios simples mercancías, hombreee....

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    1. Exacto, señalas puntos fundamentales: nuevas metodologías -no vale con poner una pizarra digital u.u'-, más y mejor formación para los profes -no cursillos que no valen para nada-, premiar los programas innovadores, etc etc. Pero ley p'arriba, y ley p'abajo, no veo yo mejoría... u.u'

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  4. Los cambios propuestos NO son los adecuados, cada vez estoy más convencida

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