El mejor sitio del mundo (provisionalmente): El cuarto de baño.

Hace casi un año os decía que, para mí, el mejor sitio del mundo era mi cama. Y lo era, ciertamente. Pero hoy por hoy me veo, tristemente, obligada a cambiar mi opinión a este respecto por varias razones.

La primera es que una de las razones que daba para querer tantísimo a mi cama era que nunca me había pasado nada malo estando en ella. Supongo que por eso consideraba el colchón un refugio seguro y las sábanas una especie de armadura. Pues bien, esta razón ya no es del todo cierta. Puedo decir que sí me han pasado cosas malas en la cama. Al fin y al cabo, parece que la cama no es un escudo.

Sin embargo, estoy dispuesta a perdonarle eso a mi cama. De todos modos, no era culpa suya.  Pero me cuesta seguir diciendo que la cama es mi sitio preferido por varias razones más. La primera, que ahora es mi cama, no nuestra cama. Y eso para mí es una razón de peso. La segunda, pero no menos importante, es que en casa-padres la cama se utiliza solo para dormir y solo por la noche: no siestas, no tumbarse a descansar, no sentarse a leer, no nada. Ni siquiera cuando uno está enfermo puede quedarse en la cama. No aquí. Y por supuesto, nada de remolonear entre sueño y vigilia, como tanto me gusta hacer a mí. A mí me da mucha pena tener tanto potencial desaprovechado, qué queréis que os diga...

Además, mi dormitorio, y por extensión mi cama, ya no es un lugar seguro. Cuando vivía con Jack, la cama era el sitio donde podía llorar tranquila, tumbarme si estaba triste y languidecer hasta que se me pasaba. Aquí, ni de broma. De hecho, ni siquiera puedo sentarme a llorar tranquila en mi cuarto. Así que algunos días me paso las horas con un nudo en el pecho de lo más desagradable. Bueno, a favor de mi cama he de decir que, al menos, cuando me acuesto, la pobre lo aguanta todo: lágrimas ahogadas contra la almohada, sueños de reencuentro, vueltas de inquietud. Lo que sale. 



Pero, por fuerza, me he tenido que buscar otro refugio. Y en esta casa el único sitio que aún se respeta, el único lugar donde se puede tener una relativa privacidad - y no siempre - es el cuarto de baño. Tengo mi ritual. Poner uno de mis recopilatorios de música a un buen volumen. Alto, quiero decir. Meterme en la ducha y, mientras me ducho, hacer lo que me pida el cuerpo. ¿Cantar? Pues canto. ¿Reir? Pues río. ¿Fingir que soy una cantante en un videoclip? Pues ea, lo dicho. ¿Llorar? Pues se llora, que entre tanta agua, ¿quién sabe? ¿Bailar? Pues bailo. En serio. Bailo.  Y si hay que bailar y cantar, se continúa mientras una se seca. Y de verdad, sale una del cuarto de baño, no diré nueva, pero mucho mejor. Sin nudos en el pecho. Y si ese día ha tocado el recopilatorio marchoso, con una sonrisa de oreja a oreja, bailando por el pasillo. 

Hay un cantar que dice: 

                     Dicen que el agua divierte
                    quita pena y da alegría
                    yo me voy a ir a una fuente
                    a ver si esta pena mía
                    se la lleva la corriente.

Pues ya que aquí las fuentes no llevan agua, del río mejor ni hablamos, y no es época de lluvias, tendremos que dar gracias por tener agua corriente y podernos meter en la ducha. Yo, al menos, lo hago.

Comentarios

  1. Ainsss Bettie, pinta tu casa como si eso fuera un cuartel del ejército...jejejeje...seguro que no es tan exagerado...¿por qué no puedes usar la cama para la siesta? REVELATÉ contra alguna norma...mujer!! jejejeje...
    Lo que dices del baño lo hacía yo en mi adolescencia. que ahora muchas veces me pregunto si a mi madre no le mosquearía que yo me pasase horas muertas allí. Y lo que hacía era ponerme los walkman e imaginar que era una cantante dando un concierto. Y ale canción para arriba y para abajo. Tuve una vez que me dio por torear....hummm...esto mejor lo guardo en la perrimemoria oscura, hay cosas que están muy bien siendo secretas....
    Comprendo tu gusto por el baño, pero te animo a darle más uso a ese cuarto bettiniano!! Besicos

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    1. A ver, si porque no echo siesta, pero ya empiezo a usar la cama para ver películas, para descansar el culo de la silla de estudiar y así. Paso el día en el cuarto, pero estudiando. Sin embargo, aquí las puertas no se cierran, por ejemplo. Así que privacidad no tengo mucha.

      Suena como un cuartel, quizá es exagerado. Pero desde luego dista mucho de ser la situación ideal. Y creeme, a veces rebelarse no compensa.

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  2. en serio, no deja de sorprenderme la poca inteligencia emocional que hay en tu casa! es horrible!
    me "alegra" que al menos en el baño encuentres tu sitio, pero sobre todo espero que muy pronto volvais a tener VUESTRA cama :)

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    1. Ojalá, ojalá eso se cumpla.

      De todos modos no es cuestión de mi casa. Mucha gente no sabe gestionar este tipo de cosas, las emociones complejas, etc. Qué le vamos a hacer.

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  3. Te entiendo y entiendo lo de que rebelarse a veces no compensa... Ánimo y si te tienes que psar el día en remojo, adelante. Lo que sea para que ese nudo desaparezca. Un besote :*

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    1. Gracias Lya. Oye, no es la situación idónea, pero podría ser peor. Podría tener que ir a un baile de graduación XDDDDDDDDDDDD

      Gracias bella :*

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  4. El asunto es para ir con una pancarta para reivindicar los derechos a tumbarse en la cama cuando uno quiera para hacer lo que se desee. ¿No siesta, tirarse a leer o incluso ver el techo? Buffff

    Pasando al tema del baño, coincido totaaaaalmente. Me ha hecho mucha gracia, hago lo mismo en la ducha y es mágico, sube el ánimo jajaja
    Como el baño es la única habitación con pestillo, es mi refugio cuando las cosas se ponen muy feas en casa. Me siento en la tapa del wc girada (tengo una pared a la izq.) y apoyo los pies en el bidé q estaría a la dcha. y no veas lo cómoda que estoy xDD Casi me da hasta vergüenza decirlo pero es así jaja

    Un besote

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  5. Ains e____e
    En mi cuarto en casa de mis padres tenía pestillo. Lo puso mi ex novio a mis 18 años (vamos cuando empezamos a salir). De pequeña tenía también, pero como me encerré una vez... que no quería abrir la puerta y luego no podía xDDD me lo quitaron.
    Esos años de después agradecí tener pestillo y poder estarme tranquila. Aunque realmente tampoco podía estar mucho, siempre estaban gritándome para cualquier cosa ¬¬
    Pues nada, habrá que remojarse bien. Ahora que hace calor hay buena excusa xD
    Mucho ánimo! :*

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  6. En mi casa siempre estuvo prohibido el pestillo del baño ¬¬

    Yo ahora casada aún tengo que buscar mi sitio, hay veces que lo necesito

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    1. Jaja, tú me entiendes.

      Pues esos rincones hay que tenerlos planificados. Nunca sabe una cuando los va a necesitar :P muá!

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  7. Yo también utilizo el baño como mi refugio de intimidad para desahogarme! Es lo mejor, una ducha al ritmo de tus canciones favoritas.

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