Dos.

Esta mañana Jack me ha dejado, como todos los días, una canción de buenos días. Pero hay algo que no me pasa todos los días: la canción ha estado sonando en mi cabeza una y otra vez, sugiriéndome situaciones, historias, momentos a media luz. Y cuando estas cosas pasan lo mejor es sacarlas e intentar darles forma. Así que he escrito un relato. Pero como el relato es hijo de la canción, creo que lo mejor es que lo leáis al mismo tiempo que escucháis la música. Si hacéis una lectura tranquila, el relato dura lo mismo que la canción, y el ritmo de esta coincide con el de aquel. ¿Os apetece hacer la prueba? Aquí os dejo la canción, y justo después, el relato. ¡Espero que lo disfrutéis!




Suena una canción romántica. La habitación está casi a oscuras. Las cortinas de terciopelo, cerradas, deben guardar su secreto. Al lado de la ventana, en una esquina, una lámpara sobre una mesa camilla tiñe de verde la habitación. En una de las dos sillas que la acompañan hay una mujer esperando. Su mirada salta de un lado a otro, vigilando la entrada, mirando sus pies, contemplando el papel pintado. Balancea, nerviosa su zapato. Se seca el sudor de las manos en su recatado vestido y enseña, sin darse cuenta, la rodilla. Sus labios están hinchados: se los ha maquillado y desmaquillado un millar de veces.

La joven suspira y sus ojos se fijan en la lámpara verde. Su luz tenue la absorbe y la obliga a centrarse en sus pensamientos: en las miradas de deseo, en los besos furtivos y prohibidos, en las caricias bajo la mesa, ... y en lo que dijo la última vez que se encontraron. El miedo y la vergüenza no son buenos compañeros del amor.

El sonido de la puerta al abrirse la saca de su ensimismamiento: su acompañante había llegado. Sus miradas se cruzan y ella es consciente de la tranquila batalla que libran la gabardina y el carmín. Se sienta en la otra silla, le pregunta el por qué de esa cita, y con amargura le dice que no creía que le quedase nada por gritarle.

Entonces ella cae a sus pies y le pide perdón, una, dos, tres, mil veces. El amor y el deseo llenan su boca, se desbordan por sus ojos, y caen, mojando su recatado vestido y borrando su vergüenza. Y su mano, solitaria busca otra que la estreche. No sabe qué más decir, no sabe qué más llorar.

En la habitación se hace el silencio y el aire se torna denso con las dudas.  Las dos saben que el amor nunca es un juego, pero menos, todavía, para mujeres como ellas. Y aún así, merece la pena.

Entonces ella le seca las lágrimas, se agacha lentamente, y la besa. No con dulzura, sino con pasión. Con la pasión que les es negada a plena luz, pero que cobra fuerza a oscuras. Y deja caer la gabardina, y se quitan los vestidos. Y se miran. La mujer de la gabardina busca el miedo en los ojos de su acompañante, pero no lo encuentra. La chica recatada busca dudas en los ojos de aquella mujer, pero no las encuentra.  Y tras ellas, una cama y una oportunidad que no pueden dejar pasar. Y las cortinas, mientras tanto, siguen guardando su secreto.

Pasa una hora y la puerta se cierra de nuevo. Ya no queda rastro de la ropa de dos mujeres, mezclada, esparcida por el suelo. Las cortinas se han abierto y la luz entra a raudales por el ventanal. En la puerta del motel una mujer con gabardina fuma, ceremoniosa, un cigarrillo, mirando hacia su derecha. Unos metros adelante, en esa misma dirección, una joven con un vestido recatado se mira en un escaparate y se retoca el pelo. Nadie lo habría dicho, nadie se dio cuenta, pero antes de seguir su camino, guiñó un ojo a la mujer de la gabardina y después se puso a contar los días que faltaban para sentirla de nuevo mientras se alejaba...


Comentarios

  1. Ale, y como el que no quiere la cosa, la señorita te escribe una historia molona...

    ERES GENIAL!

    ;)


    <3

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    1. No no, como el que no quiere no. Queriendo, totalmente, jaja :P

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  2. Clavado el tiempo ¡increíble! Un 10 para este post Bettie
    MUA

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  3. Yo la leí más rápido, me sobró canción jajajaja
    me dio el ansia de que me iba a faltar tiempo y ala xD
    Preciosa la canción y precioso relato. Aiii escribe más ♥

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  4. Precioso, Bettie... Sin duda, precioso :)

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  5. Precioso! Me sobró algo de tiempo, pero es que tengo la mala costumbre de leer rápido

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    1. Lo que no sé es cómo te quedaron ganas de leer, después de repasarte todos los post atrasados! jaja Qué amor de persona eres!

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    2. Bah mujer! leerte siempre es un placer :)

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  6. Precioso y muy bien ambientado: música y relato. Me ha parecido una combinación muy exquisita.

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