El corcho.

Hace un par de días recibí una carta de una amiga que está trabajando en Londres. Incluía una postal en la que había puesto mi antigua dirección porque se le olvidó que me mudaba. Así que la incluyó en esta carta. Es una postal muy de allá, un "Keep calm and carry on" con la Union Flag de fondo. Muy british todo. Decidí que esa postal tan motivante merecía un sitio visible, pero cuando fui a ponerla en el corcho de la pared me di cuenta de que estaba llenísimo de cosas. Me pasaba cada vez que incluía algo nuevo, y pensaba que tenía que "hacer limpieza", guardar ciertas fotos y cosas puestas, y hacer sitio para las nuevas. Al fin y al cabo, tengo ese corcho desde que tengo 16 años, casi 10, y han cambiado muchas cosas.

Por fin me decidí. Quité todas las fotos, todos los recuerdos de mi corcho, y empecé a hacer montones: entradas de conciertos, fotos que dejaré puestas, fotos que guardaré, billetes de tren, pulseras de festivales, ... Me puse un poco nostálgica, la verdad. Guardar ciertas cosas suponía admitir que soy distinta, y hasta tenía la extraña sensación de que esas cosas no me volverían a pasar... Como cuando me hice tres horas de viaje con un ex-amigo para ir a un concierto y conseguí hacerme fotos con los integrantes del grupo. Aquello queda tan distante... Y así con muchas otras cosas. 

Pero también descubrí cosas que sí quiero volver a hacer, como la entrada de un festival juvenil de teatro grecolatino, al que asistí y del que disfruté tremendamente. Recuerdo estar sentada allí, en las piedras del anfiteatro romano de Segóbriga, y tener ese sentimiento de pequeñez, al darme cuenta de que estaba haciendo lo mismo que los pobladores de aquellas tierras hacía casi 2000 años. Probablemente algún día vuelva, quizá con mis futuros alumnos. Ojalá. 

Por último, están las cosas que he añadido. Una postal de Japón que me mandó una amiga durante su luna de miel. La postal que acababa de recibir. La foto de mi madre que mi padre llevaba en la cartera cuando eran novios. Un dibujo de mi amiga Pequecol, tan buenrollero como todo lo que ella hace. Dejé fotos de mis amigas de la universidad, de Jack, de la que fue mi mejor amiga en la adolescencia. Dejé también las entradas/pulseras de los conciertos. Los llaveros que gané en distintas ferias. Una pulsera que hizo para mi una antigua amiga, las gafas con las que vi un eclipse de sol en mi último año de instituto, y una máscara que Jack me pintó.  ¡Ah! Y un penique. A lo mejor me lo llevo al examen de inglés, para que me dé suerte...:P

Quedaron varios huecos, y lo cierto es que me entristecí bastante cuando vi el resultado. "¿Tan vacío?", pensé, como si que el corcho estuviese medio vacío fuese una especie de metáfora de mi vida. Pero en fin, hace 9 años ese corcho estaba totalmente vacío, y he tenido que quitar cosas porque no cabía nada más. Volveré a llenarlo. C'est la vie!


Comentarios

  1. Segóbriga, me encantó cuando lo visité.

    Lo del corcho también me pasó, se llenaba y cuando buscabas espacio encontrabas cosas de igual 8 años atrás, era como encontrar pequeños tesoros. Cuando me cambié de casa no lo traje conmigo y al vaciarlo me di cuenta de que había ido dejando cosas puestas porque me daba pena quitarlas cuando iba haciendo huecos para otras cosas, al final lo guardé todo en una caja, no tiré nada.

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    1. Yo tampoco he tirado nada. Las cosas "antiguas" que no he vuelto a poner han ido a una caja, con otras postales y cartas. No soy yo de tirar estas cosas, me da muchísima pena.

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  2. Yo el único corcho que he tenido es con fotos de mi marido y mías xDDDD que egocéntricos somos jajajajajja
    Los recuerdos así los guardaba en cajas xD
    Lo terminarás llenando ya verás ^-^

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  3. Lo terminarás llenando y de cosas cada vez más buena :)

    yo siempre quise tener un corcho y mi madre nunca me dejó ¬¬

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    1. A mí me costó HORRORES. Que mi madre odia que se hagan agujeros en las paredes. O que se peguen posters. NUNCA pude pegar un poster. u.u'

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  4. Antes de leer pensaba que era un corcho en plan contención de algo. Estoy susceptible hoy xDDD
    He tenido varios momentos "corcho". Esta semana, por ejemplo, con eso de la mudanza estoy haciendo limpieza y volviendo a guardar cosas para empaquetar... Joe, me da nostalgia, pero también me doy cuenta que tengo Diógenes porque no me gusta tirar nada jajaja
    Lo curioso es que nunca he tenido un corcho, he sido más de cajitas como Lansy.
    Ya verás la de cosas nuevas tan bonicas que cuelgas ^^

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    1. Lo malo es que yo cajas, álbumes, corcho y hasta la madre que lo fundó. El corcho, dentro de lo malo es limitado xDDD jajaja

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  5. Volverás al anfitratro como profe, como buena profe. Ojalá mi hijo dé contigo, pero tranki que lo serás antes.

    Santi

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    1. Así cuando tu hijo dé conmigo ya estaré más que entrenada :P :) Gracias.

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  6. Bettie tienes que hacer como yo ¡comprar más corchos! jajajaaj

    Un besote

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    1. Con suerte, con mucha suerte, mi madre me permite tener uno. Mejor no tiento a la suerte XD

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  7. Jijiji...yo también he estado en Segóbriga, pasó por allí siempre que voy a perripueblo y en una de las escapadas, semana santa del año pasado, decidimos entrar a verlo. Superguay.
    Ainss pero qué quieres tener el corcho de una de 40 años? jajajajaja...Ya lo llenarás, ya...y lo vaciarás mil veces y no te digo nada de lo que disfrutarás dentro de 15 años con todos esos recuerdos. Es una sabor muy muy agridulce. Este finde que he estado en Perri pueblo, no iba desde navidad, anduve buscando fotos y cosillas y encontrá algún tesoro de esos de corcho que me dejó un poco en shock, sobre todo porque como decía Gil de Biedma, en mi vida ya de casi todo han pasado 20 años...ufff y yo ni cuenta que me he dado.
    bueno, creo que me he ido un poco por las ramas.
    DE vacio nada. Simplemente vas quemando etapas. Enseguida se llenará otra vez, antes de lo que piensas.

    Besitos

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    1. Sí, no lo decía triste ni nada. Como tú dices, te queda un sabor un poco agridulce, pero oye, es lo que tú dices :) Hay que seguir adelante, y no se puede cargar con todo xD

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