El dilema del profesor particular.

Las clases particulares son una experiencia muy gratificante. Si no lo habéis probado y os interesa la enseñanza, os lo recomiendo. Se trata de una manera de afrontar la educación totalmente diferente a cómo se enfoca en la educación reglada, en el aula. Se trata de ir superando problemas constantemente, los problemas del alumno. Por esa razón, es el alumno el que condiciona el método, el ritmo, el procedimiento,... Sí, cada profesor particular tiene su estilo, pero cada experiencia es diferente, porque en las clases particulares el alumno es lo importante. En las clases particulares los protagonistas son el alumno y la materia, y el profesor es una especie de auxiliar que los acerca.  Es un planteamiento bastante romántico, pero es como yo lo vivo.  No tengo mucha experiencia docente en un aula, y el instituto en el que yo estuve haciendo las prácticas es bastante atípico, pero creo que las clases particulares son mucho más gratificantes, o al menos, menos frustrantes. Me da la sensación de que en un aula el profesor tiene que darse cuenta de que no todas las necesidades educativas de todos los alumnos quedan satisfechas por completo.  Que no sé, solo lo imagino. Esa sensación en las clases particulares no se tiene. 

Pero las clases particulares también tienen su dificultad, y es una dificultad bastante peliaguda. El profesor particular tiene que resolver los problemas y suplir las carencias que se originan en el aula, pero sin "pisar" el aula. El profesor particular nunca debe entrar en el terreno del profesor "titular", por así decirlo, porque la salud académica del alumno puede ponerse en peligro. Así que el profesor particular tiene que ser efectivo, pero invisible,  su trabajo debe de notarse, pero sin verse. No sé si me explico. 

No soy un profesor particular...¡soy un sueeeeeño!

Y es que a los profesores titulares no les suele gustar que sus alumnos tengan profesores particulares. Supongo que se lo toman un poco como un insulto, que deducen de ello que lo están haciendo mal. Bueno, cada uno es mayorcito y capaz de evaluar su propio trabajo. A veces ocurre que, simplemente, el alumno en cuestión tiene problemas con esa asignatura en concreto porque le cuesta más, y no hay que darle más vueltas.  Pero el hecho es que a los profesores no les suele gustar. Y lo notan.Y lo peor: a veces actúan.

Hay cosas que son muy fáciles para unos... ¡pero a otros les cuestan mucho, jolín!

No es esto cuestión de la filosofía únicamente. Yo he recibido clases particulares una vez en mi vida. Fue en 4º de ESO, después de suspender el único examen de mi vida, uno de Matemáticas.  En ese momento empecé a ir los sábados una hora y media a la casa de un señor ingeniero muy inteligente, pero que, además, se explicaba fenomenal. ¿Problema? Que del mismo modo que todos los caminos llevan a Roma, varios procedimientos pueden llevar a la solución de un problema, ecuación, o lo que sea. Y claro, el profesor detectó que la menda no resolvía los problemas como él había dicho, aunque el resultado fuese el que tocaba. El broncón que me comí fue simpático. Pero no pasó nada. Más allá de la bronca, no hubo mayores consecuencias, salvo la manía que creo que el señor me cogió. Se lo comenté a mi profe particular y me explicó el otro procedimiento, y a partir de ahí, todo rodado. Con dos meses de clases particulares superé el problema y pasé de un 3.5 a un 7.5. Claro, los exámenes de matemáticas tienen una cosa buena: que si está bien hecho, no te pueden suspender, no hay pegas ni interpretaciones que valgan.  

En la filosofía pasa lo mismo, pero multiplicado. Porque claro, cada profesor tiene su visión del autor, que, aún estando dentro de la interpretación estándar, se matiza. Y esa visión no tiene por qué ser la misma que la del profesor particular. Por eso, cuando el profesor particular explica al alumno algo que no ha entendido, y el alumno lo comprende con la explicación que le ha dado éste, se queda con sus matices, y eso puesto en un examen o en un ejercicio canta bastante, se detecta enseguida.

Y luego están los ejemplos. Yo pongo muchísimos ejemplos cotidianos, tontos, cómicos. Eso sí, después de cada uno repito cinco millones de veces que no se ponga eso por escrito, ni se utilice para preguntar al profesor. Porque se nota. Los ejemplos, los trucos de los profesores particulares, mejor que queden, como decía una profesora de la carrera, off the record.  Por lo demás, y aunque trabajo los textos que los alumnos tienen que estudiar por mi cuenta, intento seguir en todo los materiales que ellos tienen - su libro de texto- y no ampliar materia a no ser que sea estrictamente necesario. Y si tengo que comerme alguno de mis matices, lo hago. Porque lo importante es el alumno y su nota, y el bolígrafo de calificar no está en mi mano.

Y éste es el dilema del profesor particular: que se note que enseñas, pero que no se sepa que existes. Y aún así, sigue siendo una experiencia fantástica.


Comentarios

  1. Solo he dado clase particular una vez, una hora y la inteción de la madre era que su hija aprobase la asignatura. A pesar de todo, me sentí muy bien al hacerlo porque, creo, que fui capaz de darle a la alumna unas pequeñas pautas en tan solo 1 hora. Ahora no doy clases particulares, porque no me lo he propuesto. Creo que como hay tantos profesores en paro ¿a donde voy a ir yo? en fin, mi sempiteno problema de baja autoestima. Ah...que me desvio del post.

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    1. He mirado los gifs como si fueran dedicados a mi perri persona, que lo sepas!!

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    2. Pues yo si fuese tú, pondría unos cuantos anuncios. Hay alumnos para todos, mujer. Y oye, yo tengo 1 alumna, pero es un rato que desconecto, y estoy haciendo algo. Yo te animo a que lo hagas. Si no te sale nada, pues bueno, pero ¿y si te sale algún alumno? El dinero no es mucho, no te va a solucionar nada, pero personalmente ya digo, esmuy gratificante :)

      ¿Te ha molado el gif de gimnasta & entrenadora? XDDDD Tengo que hacer acopio de gifs nuevos ... wiii! :D

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  2. Yo doy clases pero es diferente, lo que yo hago es ayudar a los niños con dificultades de razonamiento, de organización... no son estudiantes mayorcitos que no entienden una asignatura, sino que les va todo mal en general porque no saben ni por donde empezar. En mi caso me coordino con la profesora tutora a través de la agenda y no hay rivalidades ni diferentes puntos de vista, al revés, mi intervención refuerza lo que ha de aprender en clase. Pero como digo, es un tema diferente, son otro tipo de clases particulares. Me siento muy satisfecha porque la niña que atiendo ha pasado de suspender todo a aprobar mucho y a veces con notas altas.

    Un saludo!

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    1. Claro, en este caso es un ejemplo más claro de una atención que a esa niña en particular no se le puede dar en clase, y el trabajo coordinado es importante. Ojalá en secundaria también se pudiese hacer así... Pero ya digo, en mi experiencia hay tensión jaja :P Enhorabuena por haber ayudado tanto a esa niña :D

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  3. Yo también doy clases particulares y estoy de acuerdo contigo. Siempre se lo digo a los alumnos cuando no veo algo claro, 'yo esto no lo haría así, pero el que manda es tu profe, así que hay que aceptar lo que él/ella diga en clase'. Aún así, como bien dices, es una experiencia muy gratificante y enriquecedora.

    Saludos!

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    1. Yo digo eso también: "Para mí, esto es de este modo, pero yo no soy la que pone la nota, así que lo que quiero es que lo entiendas tal y como te lo han explicado". Aunque claro, las diferencias tampoco pueden ser muy bestiales :P Son eso, cuestiones de matiz :P

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  4. Bettie, qué alegría me das... Me ha puesto contenta leer un post tan gratificante como éste tuyo de hoy :)

    ¿Has pensado en dar clases de alguna otra cosa para ampliar quizá los alumnos que tienes?

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    1. Sí, si mi oferta no es solo de clases de Filosofía, sino de varias asignaturas de humanidades, + técnicas de estudio, comentario de texto, etc. Lo que pasa es que no se solicitan esas cosas normalmente. Sin embargo la Filosofía se atraganta más. Pero eso, muchos van a academias, y últimamente, con eso de la crisis, pues la gente se corta más con las clases. De todas maneras ningún curso he tenido más de 3 alumnos osea que... xD Conozco gente que con clases de mates y física se saca un buen sobresueldo, pero en mi caso... nah.

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    2. Yo estoy dando clases particulares tb de Humanidades, la mayoría aprueban pero tengo problemas con un profesor de filosofía, suspende a la alumna en el comentario de texto, y está bien, lo hemos hecho juntas basándonos en su explicación y en mis comentarios de otros años! estoy alucinando..ya no sé qué hacer! ella aprueba todo menos filosofía, no sé cómo hacer! alguien puede ayudarme. Aida.

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    3. Los profesores de Filosofía tenemos más teclas que un piano, pero lo mejor es que te guíes por los comentarios de texto corregidos que tenga tu alumna, y que intentes ver cuáles son los fallos que se repiten. También ayuda hacer simulacros de examen, porque a veces lo llevas todo muy claro, pero a la hora de la verdad, con los nervios, se hace un lío.

      Y muy importante, fijarse en las palabras. Son muy importantes en filosofía, y cambiar una por otra puede marcar la diferencia entre hacerlo bien o decir una barbaridad. O simplemente, no estar "bien del todo", y muchos pequeños errores o imprecisiones, pueden provocar un suspenso.

      Ánimo :)

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  5. Yo di una vez unas clases particulares y no sé si repetiría. Eran unos ejercicios de matemáticas que los niños no sabían resolver si les ponías ejemplos un pelín distintos O.o

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    1. Yo también he dado clases particulares a peques de primaria, en verano. Eran como "clases de repaso", para que no perdiesen el hilo. Y era un poco frustrante a veces, porque oye, decirle a un nene de 11 años: léeme esto, UNA FRASE, y preguntarle después ¿qué has leído? Y que te conteste "No sé", es un poco jarl.

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    2. ¡Uf! Mi sobrina... Igualita... O_o

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    3. Pues esas cosas son las que más me llaman la atención. Es que no puedo entenderlo, que lo leas, incluso en voz alta, y no seaps lo que has leído...Pero una frase sencilla... :S

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