Los comienzos de mi crisis económica personal.

La crisis tiene cara, nombres y apellidos. Hay tantas crisis como personas y creo que es necesario humanizar un poco todos esos datos: cifras del paro, primas de riesgo, déficit, recortes presupuestarios, ... Todos lo vivimos de una determinada manera, así que no os voy a contar nada que os sea ajeno. Pero hace días que me ronda por la cabeza una voz que me dice: "Escríbelo". Como si por ponerlo en negro sobre blanco fuese a exorcizar alguno de los demonios que me atormentan. Bueno, no cuesta nada intentarlo, ¿verdad?

¿Vosotras recordáis cuándo empezó la crisis? Yo recuerdo que el año que me mudé a vivir con Jack por primera vez, 2008, ya se oía la palabra crisis de vez en cuando. Pero entonces nosotros no tuvimos muchos problemas. Él pudo trabajar tres meses durante ese verano. Nos desesperábamos cuando pasaba 1 mes sin trabajo. Pero íbamos tirando. Jack encontraba trabajos cutres, de 3 meses. Incluso tuvo uno de 6 meses que estuvo bastante bien. De hecho, aún a veces nos acordamos  de aquel trabajo, de lo que nos quejábamos, y suspiramos pensando cómo nos gustaría un trabajo así ahora. Claro, ha pasado por puestos infinitamente peores. Pero no va a poder ser. Han suprimido aquel puesto de trabajo, y en lugar de emplear a varias personas, ahora creo que tienen a una (y media) y una reja para el turno de noche. Y luego decimos que no hay trabajo. Lo que no hay es voluntad. 



En fin, que por aquellos tiempos las cosas marchaban. Teníamos nuestros caprichos, momentos de ocio, momentos más difíciles, pero todavía recuerdo con cariño nuestras primeras navidades viviendo juntos, los regalos, las sorpresas. Para nosotros la palabra crisis era todavía algo neblinoso, poco concreto. Que pensábamos que en aquel momento era grave, pero que no sabíamos realmente lo grave que podía llegar a ser.



Por lo tanto, no recuerdo cuando empezó la crisis oficialmente. Pero recuerdo perfectamente cuándo empezó mi crisis personal: 31 de Diciembre de 2010. Ese día me dieron un gran golpe, ese fue el inicio de nuestro descenso. Os poco un poco en antecedentes.


Hacía unos meses que Jack y yo habíamos abandonado el piso compartido y habíamos encontrado un (muy) pequeño piso, algo ruinoso, pero asequible y nuestro. Jack había trabajado en verano en una empresa que al acabar verano le largó, pero que en octubre, aproximadamente, volvió a llamarle para estar en un lugar que en ese momento estaba en obras, a punto de ser inaugurado. Pensábamos que el trabajo era solo hasta la inauguración del sitio, en diciembre. Nos quejábamos, porque se estaba chupando turnos de 12 horas como un desgraciado, para que luego, cuando hubiese refuerzos y turnos de 8 horas lo largaran. Pero era lo que había.  Nos llevamos una grata, gratísima sorpresa, cuando aquello se inauguró y Jack siguió allí. Y más sorpresa todavía cuando le dijeron que una nueva empresa iba a dar aquel servicio, pero que les iban a subrogar, es decir, la empresa, en lugar de contratar a gente nueva, iba a contratar a los trabajadores que ya estaban allí. A algunos había que subrogarlos obligatoriamente, pero Jack no estaba en esa situación. Sin embargo, les subrogaron a todos. Firmaron la subrogación y tal. Aquello suponía dos años mínimo de trabajo estable, que era el contrato que la empresa había asumido con aquel lugar. Para nosotros, como si nos hubiese tocado la lotería. Empezamos a hacer planes. Queríamos casarnos. Aquel contrato nos lo permitía, ahorrando un poco cada mes. Yo empecé a mirar trajes de novia para diseñar el mío. A consultar lugares donde hacer la ceremonia. A pensar en detalles. Eso, entre otros planes. Se nos abrió el mundo. Parecía que íbamos a avanzar de verdad.
Preciosos vestidos cortos *_*

La nueva empresa comenzaba el servicio el 1 de enero. Jack empezó a sospechar que algo no iba bien cuando, estando ya en la última semana de diciembre, no había recibido aviso para ir a recoger el nuevo uniforme, ni el reparto de turnos, ni nada por el estilo. Finalmente él y uno de sus compañeros fueron el día 31 a la nueva empresa, en la que les dieron la noticia: habían subrogado más gente de la que realmente necesitaban, por lo que nunca trabajarían para la empresa. Sí, les pagarían el despido y demás, lo que les tocaba por un contrato de 2 días. Tal cual. Adiós, y muy buenas.

Imaginaos el percal. La situación. Donde acabaron todas esas esperanzas. Estábamos hechos polvo. Muy deprimidos.Eso me hace pensar que tenemos bastante mala suerte con las Nocheviejas, ¿verdad Jack?

Ese fue el inicio de nuestra crisis porque, desde ese momento hasta Agosto de este año, ni Jack ni yo habíamos conseguido trabajar. 1 año y 7 meses, que se dice pronto. En esos meses nos han pasado de todo y de todas las clases: bueno, malo y peor. Pero hemos seguido adelante. Ahora sí sabemos de qué va la crisis. Sabemos que, después de estos 2 meses de trabajo, probablemente vengan muchos de sequía. Lo que no sabemos es hasta cuando vamos a aguantar. Hemos cambiado, nuestra actitud ante la vida es diferente, nuestro estado de ánimo predominante también. Los que éramos el 30 de Diciembre de 2010 y los que somos hoy...¡son tan distintos!

Ojalá mis perspectivas estén equivocadas y pronto pueda hablaros de el final de mi crisis económica personal.  A lo mejor ocurre. Quién sabe.



Supongo que se entenderá que no de detalles :)

Comentarios

  1. Ainssss... ¡ánimo cariño!!!!
    MUA!

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  2. Algún día, alguno, todo mejorará :)

    Ánimo!!

    Yo noté la crisis (de verdad) el año pasado después de casarme. Si te sirve de consuelo yo todavía no he pasado la nochevieja con mi marido, ni de novios ni de casados

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    1. Yo sí, pero casi nunca es por algo bueno. O le despiden en nochevieja, o no le renuevan.. xDD :P en fin...

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  3. Maldita sea, de verdad, ¡¡¡maldita sea!!.
    Espero que el golpe de suerte llegue pronto.No desechéis ninguna idea, ninguna. sí, la iros un tiempo también. sois jóvenes y estoy segura que tenéis un futuro brillante por delante. Aqui estamos jodidos por 4 ignorantes de mierda y por unos cuantos millones de cegatos. No te rindas, eh? no podemos rendirnos.

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    Respuestas
    1. Rendirse es morir, y yo no tengo ganas de morirme, la verdad. Pero pesa y cuesta seguir, no te creas... Bueno, ¿qué te voy a contar?

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  4. Esta entrada tiene ya un tiempo, y entiendo perfectamente que no des detalles. Yo tampoco los daré, basta decir que mi situación es una de tantas. Y sí, a veces recuerdo aquel año 2008, cuando la cosa ya había empeorado pero tampoco era como ahora (aún no había habido recortes)... y se decía que en el 2012 se acabaría la crisis. Yo lo escuché varias veces. Y aquí estamos, en el 2014. Y sin perspectiva de mejora.
    Un saludo.

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