Orgullo, injusticias, odio.

Ayer hablaba con Jack sobre el trabajo.  Después de más de año y medio en paro, encontró un trabajo para un mes en agosto, y poco después, un trabajo para el mes de octubre. Empresas distintas, nada que ver el uno con el otro.  En estas circunstancias, un contrato de seis meses, o incluso de tres, que hace unos años nos parecía una tomadura de pelo, nos parece algo casi inalcanzable. Digo esto porque la conversación tiene que ver con el ámbito laboral. No quiero entrar en muchos detalles, pero creedme si os digo que las condiciones laborales dejan bastante que desear en el puesto de trabajo, pero el trato con los trabajadores es que se lleva un suspenso como una catedral.  Para resumir: se les trata como a piezas, como a robots, ... o más bien, como a esclavos. 


Pues la conversación salió de repente, como un ataque de tos. Jack estaba en la ducha, y yo estaba acabando de preparar un puré de calabacín patata y zanahoria para cenar.  Entonces La voz de Jack, manifiestamente afectada dijo algo así como que se estaba volviendo muy orgulloso en el trabajo, que cuanto más le putean, más orgulloso se vuelve, más intransigente, menos comprensivo y menos sumiso. Y que cada día soporta menos las injusticias, que llega un punto en que le duelen físicamente. No las que vive por él, sino las que presencia, vividas por otros. Que no puede tolerarlas.  Que cada vez siente más rabia, una rabia incontrolable que le bulle dentro.  Y entonces dijo la última palabra, que me dejó en silencio durante minutos, que me impidió contestar a su desahogo:

- Odio. Cada vez siento más odio. Y no sé cómo voy a deshacerme de él.

¿Qué se dice ante eso? ¿Cómo se intenta relajar una situación así cuando sabes que hay razones de sobra para tener esos sentimientos?

Hace unos días hablaba del estadio de negación en el que gran parte de la sociedad está inmersa. Pero no son todos. Como alguna de vosotras comentaba, ya hay quien se ha situado en el estadio de ira. Mi Jack es uno de ellos. 

No es un estadio agradable de ver en una persona que quieres, porque es como ver, tras la cara de tu ser querido, una especie de monstruo que crece. Alguien diferente al que esa persona solía ser. Y duele, porque sabes que para esa persona es doloroso.  Pero es un estadio inevitable, muestra solamente, como ya le dije a Jack, que tiene sangre en las venas. Y eso es lo triste, que lo lógico sea la ira, el odio. 

Y también da miedo. Porque piensas en lo que puede pasar si unas cuantas personas coinciden, a la vez, en el estadio de ira. Si el odio se sincroniza. El odio, no nos engañemos, no es organizado, sino caótico. Lo que puede salir es imprevisible. Pero da más miedo pensar que el orden nos ha fallado, y que a lo mejor lo necesario es el caos. 

De verdad, una ya no sabe qué pensar.

Comentarios

  1. Yo estoy ya en la fase siguiente... He pasado de la ira ya... Mi salud se ha impuesto, pero ha costado.

    Lo comprendo totalmente y coincido contigo en sentir algo de miedo ante una reacción a gran escala al respecto, pero me temo que no hay alternativa posible. Signifique lo que signifique, yo no veo una solución que no pase por el caos y la reconstrucción :(

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    1. Pues eso me empieza a pasar a mí, que no tengo fe en el reformismo, la verdad. No creo que los parches arreglen nada.

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  2. Yo me mantengo bien pero Marc está en fase de desesperación. No logra arrancar en España y eso que trabaja como un condenado. Yo siento una gran impotencia pero le digo cosas muy positivas: que estoy para él, que me esfuerzo cada día en que tengamos con qué subsistir, que siga luchando, que saldremos de todo ésto juntos. Somos sus pilares nena...
    Un besito a ambos,
    Nere

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    1. Ya, el problema en mi caso es que ninguno de los dos tiene un trabajo medi oestable... Y la situación se agrava, porque hay más urgencia :(

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  3. Después de 40 años de dictadura, me parece que los españolitos soportaremos una década más de crisis, paro, involución, regresión, corrupción...Como mucho una revolución similar a nuestros vecinos griegos, con suicidios masivos que son enmascarados en los medios de comunicación. Si esto fuera EEUU, en cambio, algún politiputo se habría llevado un tiro en la cabeza...

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    1. Eso es lo que digo yo... que tragamos mucho. El español es de efecto retardado. Lo mismo traga y traga y luego un día PATAPUM. O no. No sé.

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  4. Yo ya estoy preparando mi salida en cohete de aquí

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  5. Un día, cuando trabajaba, tuve la valentía de decirles a mis jefes a la cara, que desde que postura absurda se pensaban ellos que tratandonos peor reaccionaríamos mejor. Que de donde demonios se habían sacado ellos que pidiendonos sacrificio y esfuerzo a cambio de empeorar nuestras condiciones, íbamos a rendir. fue algo así, un día que me hincharon las pelotas. La bronca ese dia no tenía que ver conmigo en absoluto, pero yo no pude evitarlo y reventé. Mis compañeros me aplaudieron y mis jefes, no me echaron y prometieron tenerlo en cuenta. Eso se que no pasa en todos los trabajos, por desgracia. Muchas veces me encantaría que les reventase a los avaros y alos explotadores su maldito trabajo en los huevos.
    o estoy en la ira, y no creo que salga de ella. Cada dia estoy mas convencida de que estos politicos, que gobiernan, solo se combaten con mano dura. Pero no quiero que eso llegue. Hoy he escuchado algo que me da esperanza, estan planteandose lo de no dejar hacer fotos a la policia y no publicarlas en redes sociales. Se me ha encendido la bombilla de la esperanza, LAS REDES SOCIALES TIENEN EL PODER. Laa REDES SOCIALES SON EL PUEBLO. Habrá que hacer la revolución por ahi?

    (estoy un poco atareada, y no comento todo lo que deseo, pero os leo, a todas!!)
    besos. Feliz finde.

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    1. Creo que las redes sociales no tienen todo el alcance que querríamos. Nosotras sí, pero mi madre, por ejemplo, no se acerca a un ordenador ni de broma. No sé yo, yo lo veo mu negro, nena.

      Muak!

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