Entre dos aguas: regresión aborrescente.

Ayer me puse ñoña. Bueno, ando ñoña estos últimos días. Las buenas noticias no han abundado y las malas me han dejado bastante tocada. Total, que entre unas cosas y otras ando un poco como llevada por la corriente.

Pues eso, que ayer me di cuenta de que muchos de mis amigos viven su vida de una manera bastante similar a cuando yo era adolescente. Es como si no hubieran crecido, no sé si me entendéis. En uno de estos momentos no os podéis imaginar mi expresión facial, ni la postura de mi cuerpo, ni el tono de mi voz, así que esto pierde gracia. Pero para que os hagáis una idea, pongo cara de perrete mojado, la postura es como de marioneta, como de estar sujeta con hilos, y el tono de voz es un quejido de pena absoluto que podría derretir a cualquiera.  Pues en este plan le espeté a Jack:

- Quiero irme a un banco de un parque, a comer pipas y beber cerveza. 

Y él, alma de cántaro, se echó a reír, me abrazó y preguntó entre risas:

- ¿Pero qué te pasa ahora? 



Y me puse a explicarle eso. Que hay amigos míos que no han crecido, que siguen yendo de conciertos, bebiendo en los parques, resaqueando los domingos hasta el lunes,... Esas cosas. Él me dijo que hay algunos que no, y me puso el ejemplo de algunas amigas. Y eso puso mi cabeza en marcha. Porque puedo dividir mis amigos en dos grupos: los que viven como adolescentes y los que viven como adultos. Los que viven como adultos tienen su trabajo, su casa, algunos están formando familia o están casados, salen con otra actitud, etc. Los que viven como adolescentes viven con sus padres, siguen saliendo viernes, sábados y domingos, haciendo botellones,  aunque trabajen, y preocupándose más de la fiesta que de otras cosas. 

Y luego estoy yo. Que vivo en pareja, en un piso de alquiler, que tengo unos planes de futuro y más preocupaciones de las que quizá me pertenecen. Pero no dejo de estar en una especie de estadio aborrescente. Es como si no avanzase en la vida, como si no pudiese acabar de echar a volar. En cierto modo me siento todavía dependiente, pues no puedo ganarme la vida, no tengo una estabilidad ni esperanzas de encontrarla en breve. No puedo empezar a ahorrar para llevar a cabo mis planes. Vivo al día, como un adolescente. Pero con la mente de un casi-adulto. 


Y la verdad es sque es un punto bastante odioso. Tengo ganas de salir de él, ¿sabéis? De tirar para adelante o para atrás.  Tirar para adelante es más complicado, pues en el fondo no depende de mí -no del todo- tener los medios para establecerme de una manera autónoma, para empezar a construir mi vida por mí misma y de verdad. Es más fácil desear estar en un parque, bebiendo cerveza y comiendo pipas. Mucho más fácil.  Eran buenos tiempos, llenos de esperanzas.

El hecho de que haya quien prefiere mirar atrás en vez de adelante no pinta el futuro de un color muy prometedor, me parece...

Comentarios

  1. ¿Me puedo ir contigo al banco ese?
    Por lo que describes me parece que tengo los síntomas de la aborrescencia desde hace unos años xDDD
    Chica has descrito a mis amigos, las dos clases de amigos que tengo: los "casados" y los adolescentes perpetuos que tienen Diógenes de personas y que cada vez se tienen que ir juntando con gente más joven para poder seguir el ritmo (el otro día hicieron fiesta ochentera con sus disfraces y todo, uno iba de Freddie Mercury con peluca y bigotazo y me dio mucha envidia no estar...).
    Tenemos objetivos diferentes, ni ellos son más felices ni tú menos, sólo habéis escogido distintos caminos porque lo que queréis es distinto. Pero sí, a veces es más fácil pensar en ese banco que mirar hacia adelante.

    Si quieres te presto acuarelas de los chinos a ver si pintas el futuro de otro color que prometa más =)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Debo de tener alguna paleta de acuarelas perdida por casa XD Si el problema es que he escogido, pero tengo como un super muro en el camino u.u' AGGGRRR!!! xD Vámonos a comer pipas XD

      Eliminar
  2. jamía no sabes cuánto te comprendo! tengo amigos que siguen viviendo cómo adolescentes con sus treinta y pico (y más) que me preguntan (con dos co**onazos)¿ pero tú querías ser madre? y después espetan " a mí me cortaría a la mitad tener un hijo". hasta ahora me ha costado, me cuesta (y me da en la nariz que me costará) tirar para adelante y mantenerme a flote. He ido de trabajo precario en trabajo precario pero te digo que he aprendido a hacer cosas que de otro modo jamás hubiese aprendido . Bueno a hacer cosas y a tener una mentalidad más serena, menos abrupta, menos adolescente, y eso es algo que aunque no pueda compartirlo con muchos amig@s me satisface enormemente. Y ni un paso atrás, ni para coger impulso.

    un besote en el cogote (despidámonos cómo dos chicuelas ;P )

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Jajaja :) Ma gustao el besote en el cogote XD A lo mejor es que, por la situación, la gente se siente más cómoda en el papel de aborrescente, no sé.

      También es un poco que se lleva mal eso de coger responsabilidades. Y un hijo es una responsabilidad de las grandes :) Pero tampoco se puede vivir estancado toda la vida, ¿no? mua!

      Eliminar
  3. Mi problema es justo el contrario: habitualmente vivo como una persona adulta, peeeero me gusta salir de bares en plan adolescente de vez en cuando, y mis amigos son tan escandalosamente adultos en todo momento que no hay manera :S.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. si se puede ser adulto y desfasar de vez en cuando en plan aborrescente, que no pasa nada. Si eso es hasta un bálsamo, ¡sienta de maravilla! :P

      Eliminar
  4. A mi me pasa más o menos lo mismo. Mi grupo de amigos de la universidad están más como yo, viviendo en pareja (aunque yo con dos compis de piso), saliendo de fiesta de vez en cuando pero mucho más caseros.

    Mientras que mi grupo de amigos y de mi novio son todos universitarios, yo les saco entre 2 y 5 años. Somos un grupo grande de gente y yo soy la única que se ha ido de casa de manera definitiva, la más grande del grupo (en edad XD) y estoy cansadeta de las discotecas y de esa vidorra de no hacer nada hasta mayo. Y de las macrofiestas y eso ni hablar... xDDD

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Supongo que también influye la edad. Yo por la mía todavía entro dentro de la adolescencia tardía, así que... xD Es normal que estemos un poco entre dos aguas con las amistades y eso :D

      Eliminar
  5. ESte finde he estado yo precisamente visitando a un amigo adolescente, que me dieron ganas de decirle: "vergüenza" tenía que darte comportarte así con 30 años

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Jajajja, hay quien se lo puede permitir, qué vamos a hacerle :P

      Eliminar
  6. en mi caso tengo actitudes de adolescente, pero en versión más friki jajajaja
    en el tema de que te sientes que no avanzas en la vida, me pasa como a ti. Esperemos a ver que pasa en Zaragoza xD

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Espero que el viaje a Zaragoza sea el inicio de un movimiento contínuo.

      En cuanto a los ataques de aborrescencia, pues chica, todos los tenemos... tienen su gracia. :P

      Eliminar

Publicar un comentario

¡Adelante! Deja tu retal :)

Entradas populares de este blog

Cómo aprobé el nivel Avanzado de la EOI preparándome por mi cuenta.

Tontos-a-las-tres.

Libro: La edad de la ira, de Fernando J. López