El Toro de La Vega y la concejala que se masturbó.

Hoy en los medios de comunicación se ha asistido, de nuevo, a la matanza del Toro de la Vega. En la televisión se escandalizaban de que miles de personas, entre ellos menores acompañados de sus padres, jalearan a los lanceros, pidiendo la muerte del animal. Y es para escandalizarse. Esa saña, esa crueldad, esa exaltación de la violencia... Pero desde luego, a mí no me sorprende. 

Y es que eso de los linchamientos es muy nuestro. Lo de gritar "que lo maten" y "dadle duro". Lo de pedir "que lo pague", sin saber siquiera cuál es la deuda del apaleado. 

El sábado pasado pude ver, en La 2, La casa de Bernarda Alba, una maravillosa obra de Lorca, que a mí personalmente me encanta. Una de las escenas es un linchamiento.  

(Se asoman Magdalena y Angustias. Se siente crecer el tumulto.)

La Poncia: (Entrando con Bernarda.) ¡Bernarda!

Bernarda: ¿Qué ocurre?

La Poncia: La hija de la Librada, la soltera, tuvo un hijo no se sabe con quién.

Adela: ¿Un hijo?

La Poncia: Y para ocultar su vergüenza lo mató y lo metió debajo de unas piedras; pero unos perros, con más corazón que muchas criaturas, lo sacaron y como llevados por la mano de Dios lo han puesto en el tranco de su puerta. Ahora la quieren matar. La traen arrastrando por la calle abajo, y por las trochas y los terrenos del olivar vienen los hombres corriendo, dando unas voces que estremecen los campos.

Bernarda: Sí, que vengan todos con varas de olivo y mangos de azadones, que vengan todos para matarla.

Adela: ¡No, no, para matarla no!

Martirio: Sí, y vamos a salir también nosotras.

Bernarda: Y que pague la que pisotea su decencia.

(Fuera su oye un grito de mujer y un gran rumor.)

Adela: ¡Que la dejen escapar! ¡No salgáis vosotras!

Martirio: (Mirando a Adela.) ¡Que pague lo que debe!

Bernarda: (Bajo el arco.) ¡Acabar con ella antes que lleguen los guardias! ¡Carbón ardiendo en el sitio de su pecado!

Adela: (Cogiéndose el vientre.) ¡No! ¡No!

Bernarda: ¡Matadla! ¡Matadla!
Lo único que se sabe por esta descripción es que en la puerta de esta mujer apareció un bebé muerto, quizá llevado por perros. ¡Y quién sabe si era suyo!  Pero había que matarla. 

Y pienso que esta escena no es ficción. Estoy segura de que escenas parecidas se han repetido cientos de veces, miles de veces, en las calles de nuestros pueblos. Y no hará muchas décadas desde que la última mujer murió apaleada en las calles de España.  Pero desde luego, no hace mucho que tuvo lugar el último linchamiento, verbal en este caso, en España. 

Hablo de lo que ocurrió cuando Olvido Hormigos entró y salió del ayuntamiento de Los Yébenes la semana pasada. Por si alguien no se ha enterado, Olvido Hormigos es una concejala de este ayuntamiento, la cual se ha hecho famosa porque un vídeo en el que aparecía masturbándose fue publicado en Internet sin su consentimiento. No entro a para qué grabó ese vídeo, en quién lo difundió, ni en otras consideraciones. Supongo que en fin, estas cosas pueden pasar, y los teléfonos móviles los carga el diablo.  Y que el mal trago y eso no se lo quita nadie. Pero lo que ocurrió a las puertas del ayuntamiento es harina de otro costal.

Una turba histérica gritaba e insultaba a esta mujer, cuyo único crimen ha sido masturbarse y grabarlo, y le colgaba calificativos como "puta", "guarra", o "zorra".  Estoy segura de que si no es por la presencia de medios y la seguridad, se habría llegado a las manos.  Hablamos de España, 2012, siglo XXI.  Lo más gracioso de todo es que yo creo que esa gente ni siquiera sabía por qué insultaba a Olvido Hormigos. Simplemente había hecho algo con cierta repercusión (¿bueno? ¿malo? ¿inofensivo? ¡A quién le importa?) y eso fue suficiente para convertirla en el objetivo de sus frustraciones, sus odios, sus miedos y su rabia.  Porque la otra opción es creer que esas personas todavía piensan que el hecho de que una mujer se masturbe es punible con escarnio público, y si toca, linchamiento, idea que, por otra parte, no puedo descartar sin más, lo que no deja de ser preocupante. 

Por eso yo no me sorprendo de los que jalean a los lanceros del Toro de la Vega, porque la mentalidad de linchamiento que vemos en La Casa de Bernarda Alba  y que se reproduce en los insultos a Olvido Hormigos parece ser una característica endémica de nuestro país y de las gentes que lo habitan. De muchas de ellas, al menos. 

Si no se respeta a las personas en su intimidad o su integridad, ¿podemos esperar que se respete a un animal?  Y ojo, no se deduzca de aquí que creo que los seres humanos son más dignos de respeto que los animales, sino que creo que para una persona es más fácil respetar a una persona, por pura identificación, que a un animal.  Lo dicho: si una mujer que se masturba es convertida en enemigo público, ¿qué podemos esperar?

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Comentarios

  1. Sin embargo nadie va a jalear a La Moncloa, o al Congreso de los Diputados, o a la puerta de Urdangarín o a la del president de telefónica. Nadie.
    Desde luego preocupante ese linchamiento. Pero para mí, mucho más vergonzosos esos gritos que la masturbación pública.

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    1. Pues sí. Esa persona ha sido víctima de una violación de su intimidad -presumiblemente ella no ha difundido el video- y además es vapuleada. Vergonzoso.

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    2. Es que es eso, no se le ha dado la importancia que tiene que se ha atentado contra su intimidad, contra su honor y se ha utilizado ese video como si fuera moneda de cambio para juzgar su capacidad para ocupar el puesto que ocupa. ¿Pero de qué vamos...?

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    3. Cuando lo de Scarlett Johanson creo recordar que nadie la llamó puta...

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    4. Por fín me entero de lo de la concejala... vivo en Babia, por supuesto no ví el vídeo pero concuerdo con vosotras en vuestras conclusiones. Francamente, pobre mujer...!!!

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    5. ¿Que además, digo yo, qué tiene que ver el tocino con la velocidad? Que una mujer se masturbe interviene en el buen ejercicio de su trabajoooo????? ¿Qué habría pasado si hubiera sido un hombre? Me da que nada. Esto demuestra que en torno a la mujer todavía hay demasiados tabúes...

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    6. Hombre, todo el mundo sabe que las mujeres no se tocan xD Yo tampoco he visto el video, pero tampoco creo que sea nada del otro mundo. Es que como se pone la gente por nada.

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  2. Pues coincido contigo y con Perri... No he leído que nadie haya ido a jalear a la de "que se jodan" a la puerta de su casa o de su trabajo. Ni he visto tampoco que se llame por su nombre a muchas de las cosas y personas que ahora mismo pintan en este país.

    Como tú dices, esa mentalidad absurda de gente henchida de ira por no se sabe ni qué está todavía muy arraigada... Fíjate que cuando leí un artículo de lo de Olvido Hormigos, leí que los que estaba a las puertas eran "jubilados, niños y amas de casa". No sé hasta qué punto los medios le preguntaron a la gente a qué se dedicaba antes de sacar esta conclusión, pero desde luego si era así... Pues menos me sorprende y más me alarma.

    Por cierto, ENORME esa Casa de Bernarda Alba. Me perdí la película ¡cachis! ¿Sabes que en el colegio participé en una obra de teatro precisamente haciendo de Martirio...

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    1. qué guay. Es una maravilla de obra. Me habría encantado representarla. :)

      Y tan arraigada que está. Yo soy de pueblo y la gente espera un linchamiento como agua de mayo. No tan público, pero en voz baja y entre 4 también se puede linchar a una persona.

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  3. Pues no he visto ni una cosa ni otra.
    Sobre lo de Olvido me he ido enterando de poco en poco, pero al fin me aclaras el porqué de tanto revuelo.
    La gente suele ir al linchamiento fácil, pero sin ponerse nunca en el lugar del otro. Si a ellos les pasara lo mismo, seguro que no les haría ni pizca de gracia.

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    1. A ellos no les pasa, son gente "decente" EJEM,EJEM. ¬¬

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