Jack y el verano de 2008.

 Aviso: post ñoño.


Hoy estoy en modo "tengo ganas de escribir pero no sé qué chorrada poner". Me pasa de vez en cuando. No tendría más importancia si no es porque cuando tengo ganas de escribir se me hace una especie de nudo en el pecho que no se desenreda hasta que no escribo. Así que, ni corta ni perezosa, me he girado hacia donde mi novio, de ahora en adelante Jack, estaba tirado, medio dormido todavía. 

-Nene, ¿de qué escribo?

Y él, con la voz tomada por el sueño, me ha contestado:

-Escribe de la gente que trabaja de noche. 

El pobre está molido. Hoy ha dormido, en total, contando las cabezadas varias, unas seis horas. Y ahora le esperan 12 horas de trabajo, parte de la tarde, toda la noche y hasta primera hora de la mañana. Es comprensible que en estos momentos no pueda pensar en otra cosa. Ahora mismo, mientras escribo, anda por ahí poniéndose el uniforme con cara de "cómo me gustaría estar ya de vuelta, metiéndome en la cama".  Efectivamente, hay mucha gente que trabaja mientras el resto de la humanidad descansa, y muchas veces no sabemos de ellos. Yo, hasta que no comencé a salir con Jack no era muy consciente de que había personas que pasaban la noche en vela, cuando es más que evidentes: personal sanitario, bomberos de guardia, el personal de El horno de los borrachos, (xD)... Pero verle la cara a mi pobre costillo me ha dado una idea. Voy a hablar de él, de nosotros, y de un verano terrible que pasamos hace unos años. 

Se trata del verano de 2008, nuestro primer verano de relación. Yo dejé mi piso de estudiante, por diferentes circunstancias, definitivamente. En septiembre tenía que encontrar otra cosa. Jack me propuso que probásemos a vivir juntos y a pesar de la consternación general, accedí. Pero yo no tenía donde vivir en la ciudad mientras buscábamos piso, así que él me dijo que se encargaría de encontrar un buen lugar. 

Había acabado su licenciatura ese año, así que se puso a buscar trabajo, a ver si con suerte encontraba algo que durase más de tres meses. No fue así, pero bueno, al final encontró un trabajo en turno de noche.  Pero eso no era todo: además le había salido el curso de Vigilante de Seguridad, que tanto tiempo llevaba esperando, por lo que tenía el horario completito: por las mañanas, a visitar los pisos que yo había estado buscando por internet y demás; por las tardes, al curso; por las noches, a trabajar hasta por la mañana. ¿Cuándo dormía este pobre? Pues en el cursillo. ¡Vaya verano!

A todo el ajetreo se sumaba que estábamos enamorados como dos cebollinos, pero separados.  Lo cierto es que lo pasamos mal. Además, el piso se resistía, no encontrábamos nada decente. Al final, a finales de agosto, encontramos un piso compartido, pero la cosa se hizo de rogar. 

Pues bien, aunque ese verano fue muy duro, también fue muy romántico. Cada día recibía una carta suya. ¿Habéis visto la peli "El diario de Noa"? Pues algo por el estilo, pero no durante un año, sino durante todo el tiempo que estuvimos separados.  Esperaba la hora de recoger el correo con tantas ganas... En esas cartas me hablaba de su día a día, me decía lo que me echaba de menos y me adjuntaba dibujos. Por si no lo sabéis, que supongo que no, mi Jack dibuja como los ángeles. Es todo un artista.  Con frecuencia me emocionaba hasta el llanto cuando leía las cartas, y volvía a hacerlo cuando le escribía las respuestas.  Pero a pesar del llanto, la nostalgia y la tristeza, fue hermoso. Aún guardo todas las cartas, y espero guardarlas por muchos años: hasta que se conviertan en polvo. 


A Jack le doy las gracias silenciosamente cada día por seguir a mi lado. Es un fantástico compañero de viaje: comprensivo, paciente, entregado, sensible, divertido, ... Ha estado a mi lado -y yo al suyo- en momentos cruciales de mi vida, en momentos buenos y malos. Ha pasado la noche en vela velando mi sueño cuando he estado enferma, ha sido para mí mucho más de lo que yo podía esperar de esta vida. Me pongo ñoña, lo sé, pero es que no es para menos. Cada minuto que ha estado a mi lado ha significado muchísimo para mí.  Pero aquel verano... Aquel verano fue demasiado. Mucho más de lo que cualquier cuerpo podría soportar. Y el lo soportó. No sé cómo lo hizo, pero lo hizo. Y nunca se lo voy a poder agradecer suficiente. Para mí ese verano fue la mayor prueba de amor que me han dado nunca y no sé si voy a poder juntar tanto amor en esta vida como para ponerme a su altura.

No sé qué nos depara la vida, pero hoy por hoy sé que sea lo que sea podremos superarlo si nos apoyamos el uno en el otro. Y eso es mucho, más de lo que muchas personas pueden decir. 

En fin, voy a releer algunas de esas cartas, ya que las he sacado. No os preocupéis, tengo pañuelos de papel a mano.



Comentarios

  1. Bettie... Qué bella historia, a pesar de lo duro que tuvo que ser...

    Lo cierto es que, al leer el post, me ha venido a la mente inevitablemente el que pusiste de la autoestima y el autoconcepto. ¿Cuántas personas con esa ansiada belleza apolínea pueden decir que tienen a su lado a alguien que realmente les ame?

    Gracias por compartir esta parte de tu vida, Bettie. Estoy segura de que Jack tiene una parecida sobre ti ;)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Al final eso es suerte. El amor no lo encuentras, te encuentra. Y da igual lo guapo o feo que seas. :)

      Eliminar
  2. Este es uno de esos post que lees y piensas que poco puedes añadir....Solamente desear que la felicidad y el amor duren y duren!!
    Y por supuesto darle un aplauso a Jack por sus noches, sus desvelos, su cansancio acumulado...dicen que sarna con gusto no pica, pero a veces ¡¡¡si pica, si!!
    Enhorabuena a los dos.

    ResponderEliminar
  3. Ay, qué bonito... Mira que me he emocionado y todo, y eso que no soy para nada romántica ni amorosa! xDDD
    Los comienzos de la convivencia son tan ilusionantes! Aunque te agobies, sabes que tienes una recompensa enorme al final. Y si encima el chico se lo curra tanto como tu Jack como para pensárselo mucho!
    Ojalá os dure, es complicado encajar tan bien con alguien y que pase el tiempo y todo siga mereciendo la pena. Disfrutáos mucho, estéis donde estéis =)

    ResponderEliminar
  4. Oh que historia mas bonita! La verdad es que aunque suene a topico cuando hay amor de verdad todo se puede superar.
    Besoss

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No é si será tópico o no, o verdad o no. Lo que sí se es que el amor ayuda mucho. MUCHO. :) Gracias por comentar.

      Eliminar
  5. Otra que no es nada romántica ni amorosa y se ha emocionado al leer la historia! xDDD

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

¡Adelante! Deja tu retal :)

Entradas populares de este blog

Cómo aprobé el nivel Avanzado de la EOI preparándome por mi cuenta.

Tontos-a-las-tres.

Libro: La edad de la ira, de Fernando J. López