Conócete a ti mismo.


Se dice que una inscripción parecida a ésta presidía la entrada del oráculo de Delfos. "Conócete a ti mismo", un aforismo que ha traspasado océanos de tiempo, como el Drácula de la peli. Desde luego, queda muy filosófico, muy profundo, muy de precepto de vida: en esta vida uno debe conocerse a sí mismo. Y parece algo indiscutible. 

Pero como todo buen aforismo, eso de conocerse a sí mismo no es tan sencillo como pueda parecer. Normalmente se interpreta de una manera simple: conocerse quiere decir saber qué se quiere. Bueno, no creo -a lo mejor me equivoco- que fuera eso lo que los griegos querían decir. Más que nada porque lo de saber qué se quiere es una cosa más bien poco permanente, o al menos, no demasiado estable, y supongo que saber algo de ti mismo en un determinado momento no es conocerte. Eso es saber más bien poco, aunque no deja de ser difícil saber qué se quiere en cada momento. 

Supongo que los griegos se referían más a conocer el propio carácter y disposiciones, porque éste estaba relacionado con el destino de cada uno. Si sabías cuál era tu carácter sabrías como conducirte por la vida, lo cual no es poca cosa.  No sé. Los aforismos son maravillosos porque, dicen tanto con tan pocas palabras que permiten hablar sobre ellos durante horas.

En cualquier caso, yo venía a polemizar sobre la imposibilidad de conocerse a uno mismo. Esta mañana, mientras me tomaba el café con leche, una experta en coaching estaba hablando de "las tres C's" de su trabajo: Conocerse-Cuidar-Crear.  En la primera, la de conocerse, ha soltado un rollo pseudo-filosófico que sonaba a libro de autoayuda de producción en cadena, incluyendo, por supuesto, mención al aforismo antes citado.  Hace unos años un profesor comentó que es imposible conocerse a sí mismo, que quien dice que se conoce es porque ha decidido ser de una determinada manera. Y se te paras a pensarlo, creo que tiene razón. Conocernos parece suponer que hay un yo estable bajo nuestra piel, algo de lo que emanan todas nuestras conductas, deseos, etc., y con lo que éstas concuerdan. Yo no creo en eso.  Evidentemente sabemos cosas de nosotros: si somos tímidos o atrevidos, valientes o cobardes, reflexivos o impulsivos,...o creemos que lo sabemos, porque de vez en cuando actuamos o pensamos de manera que nos vemos obligados a decir "¡No parezco yo!". Pero sí, también somos nosotros.  No dejamos de ser nosotros porque nuestras conductas o deseos dejen de concordar con la idea que tenemos de nosotros mismos. 

Creo que para conocerse a sí mismo es necesario un fuerte mecanismo de represión que, en cierta manera "sujete" nuestra vida interior dentro de los límites que nos hemos propuesto, dentro de las pautas que nos hemos marcado, de las características que nos hemos otorgado. Esto limita mucho la espontaneidad y nos corta las alas, en cierto modo, creo que nos impide cambiar: cualquier comportamiento extraño a las pautas nos hará creer que nos estamos convirtiendo en otra persona, y eso sí es buscado perfecto, pues será porque hemos decidido ser de otra manera, pero si ocurre de una manera no premeditada, no suele ser bien recibido. 

A lo mejor la cuestión no es tanto conocerse a sí mismo, sino estar en contacto con uno mismo, con el magma en ebullición que somos, que tiene cierto componente de imprevisibilidad. Creo que, de nuevo, la cuestión no está tanto en saber sino en sentir.

Decía Oscar Wilde que sólo los superficiales llegan a conocerse a sí mismos, y creo que tenía razón. A poco que profundicemos en nosotros mismos no encontraremos más que cambio e incertidumbre. En el fondo todos somos espontáneos, imprevisibles. Al final, nuestra previsibilidad depende de lo fuertes que sean nuestros mecanismos de represión, de con cuánta fuerza defendamos eso que creemos o queremos ser. 

O algo.

Comentarios

  1. Fíjate que siempre que me preguntan que cualidades tengo o como soy me cuesta mucho responder xD
    En lo que más se nota con lo que dices en mi carácter es en ser reflexiva o impulsiva. Normalmente soy reflexiva, pero en ciertas ocasiones soy bastante impulsiva. Me vuelvo loca muchas veces pensando en eso xDDD
    Igual que en ciertas ocasiones soy muy habladora y en otras no hablo nada.
    La verdad que menos mal que no se es siempre igual xDD

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Eso es lo normal. Que unas veces te apetezca hablar y otras no, que a veces te lances a por todas y otras te lo pienses más, etc. etc. Que cada situación requiere una cosa, vaya. Y sí, describirse es bastante complicadillo xD

      Eliminar
  2. Opino igual que tú: definirse es limitarse, pretender conocerse es reprimir nuestro potencial. Yo hice un ejercicio muy interesante: consistía en escribir todos los adjetivos calificativos que creía ser. Y luego tacharlos a medida que uno de mis actos lo contradijera: por ejemplo, no puedo decir que soy introvertida si he conseguido hablar en público, no puedo decir que soy mentirosa si he dicho verdades...Al final sólo era 5 cosas. Puede parecer insignificante, pero me sentí libre para ser todo lo que quisiera.

    ResponderEliminar
  3. Yo opino un poquito diferente, creo... A ver, pienso que sí existe un yo estable, una base, digamos. También existiría un yo inestable, pero que realmente no lo es tanto, es más bien disposicional, situacional, pero digamos que todas las formas de respuesta que podemos dar ya están incluidas en nuestro abanico de posibles respuestas. Después estarían también aquellas respuestas (por llamarlas de alguna manera) que aún no tenemos pero que podemos aprender. Y aquellas que no podremos aprender nunca pero que podemos compensar con otras.
    Definirse es limitarse, desde luego, pero no tiene obligatoriamente que bajar una expectativa o reprimir un potencial. Sabiendo lo que no soy puedo saber qué me falta para poder serlo y así trabajar para conseguirlo. Bueno, al menos así lo veo yo. Es un poco subjetivo, como el conocimiento de uno mismo, es intentar adecuar nuestros objetivos a nuestras necesidades, emplear bien los recuros, conseguir otros nuevos... Un poco como educar en la diversidad o hacer un proyecto: partir de las necesidades existentes.
    Hace poco leí una frase de Juego de Tronos (venga, va, friki) que decía que primero había que sentir y luego pensar. Pero sentir de los cinco sentidos, no sentir de elaborar una emoción. No sé si lo recuerdas xDDD
    Sé que queda abstracto y que igual no se me ha entendido, pero me resulta difícil explicarlo así a de pronto y por escrito sin coger apuntes o libros de texto jajajaja

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues a mí me ha quedado muy claro. No sé, amí este tipo de respuestas me plantean un problema... ese "yo estable" está ahi desde que naces? Es una especie de "disposición natural"? No sé, son cosas queq uizá tienen más que ver con la psicología, pero como los de filosofía somos de meter la mojá en tós los platos... XD

      Eliminar

Publicar un comentario

¡Adelante! Deja tu retal :)

Entradas populares de este blog

Cómo aprobé el nivel Avanzado de la EOI preparándome por mi cuenta.

Tontos-a-las-tres.

Libro: La edad de la ira, de Fernando J. López