Susana y Julia.

A Julia y Susana no las trajeron al mundo: ellas llegaron. Es más, puede decirse, sin que una se equivoque ni un poquito, que decidieron cuándo y cómo querían llegar. Lo ideal hubiese sido que llegasen juntas, pero parece ser que, como buenas hermanas, no fueron capaces de llegar a un acuerdo y tres años de diferencia separaron sus nacimientos. Eso sí, nadie duda de que sus corazones estaban unidos, de que, si bien no biológicamente, en lo que tenía que ver con su alma, eran gemelas.



 Susana tenía prisa y decidió no esperar a su hermana. Una noche de Agosto,cuando observaba desde su estrella los fuegos artificiales que conmemoraban la festividad de Santa Susana, mientras oía la música alegre de la verbena y veía como la mujer que iba a ser su madre bailaba alegre y despreocupada, decidió que no quería esperarse más. Su tozudez le valió una discusión de varias horas con Julia, que ya era su hermana aunque aún nadie lo sabía. Finalmente Julia, que siempre había sido y siempre fue menos firme que Susana, no pudo sino dejarle vía libre. A las cuatro de la tarde, mientras la que sería su madre tomaba un café con una amiga, se metió en su vientre y comenzó el parto sin previo aviso. 

La repentina madre sintió algo así como un estremecimiento extraño. "Son gases", pensó, y se dirigió a la tienda a despachar manzanas, melones y aguacates. Eso fue todo lo que pudo vender antes de que Susana, con el ímpetu de sus embestidas, la hiciese caer de rodillas al suelo por el dolor y tuviesen que llevársela al médico de urgencia, a punto de dar a luz, para sorpresa de todos.

¡Pobre madre, que sin esperarlo se veía sorprendida con una pequeña! Varios días pasaron hasta que Susana convenció a su madre de que lo era. Nadie sabe lo que le dijo sin palabras, pero finalmente consiguió que la tomase en sus brazos y la amamantase. Mientras tanto, todos hablaban de la inesperada llegada y miraban a la madre con recelos, con los ojos preñados de juicios y críticas que muy pocos reprimieron. La ignorancia es muy osada. 



Como decía, tres años más tarde, Julia esperaba para nacer. Le habría gustado nacer el mismo día que su hermana, como corresponde a las mellizas, pero lo cierto es que la espera sin ella se estaba haciendo tediosa, y tres años son muchos años. Así que una noche de finales de Julio no pudo esperar más. Su madre sintió como el vientre se le hinchaba y como, de nuevo, sentía aquel extraño estremecimiento. Pero Julia no era tan ansiosa como Susana, y sus pujos fueron más calmados, casi tímidos, porque de alguna manera sabía que en la vida había mucho dolor, y ella no quería causar más. Su madre, sabiendo ya lo que ocurría, se resignó con una sonrisa a padecer los antojos y la imprevisibilidad de su segunda hija. Se acuclilló en la cama y con suspiros quedos comenzó a empujar. Cuando la abuela de Julia llegó la habitación, ella ya había asomado la cabeza. La pobre mujer montó tremendo revuelo, pues como todo el mundo, no entendía que un bebé pudiera nacer de la noche a la mañana, ni que su hija hubiera pasado 9 meses encinta sin que ella se hubiese enterado, y mucho menos, que le pasase por segunda vez.  Julia comenzó a llorar cuando la sacaron del vientre de su madre, no por dolor, ni por frío, ni por hambre, sino por el malestar que había causado a sus abuelos. Su madre la abrazó y la acercó a su pecho para calmarla, como queriendo decirle: "No te preocupes, se les pasará. Yo me ocupo de todo". 

Mientras llegaba la ambulancia y se las llevaban, Julia se preguntó por qué su hermana Susana tenía tanta prisa de llegara este mundo, en el que la gente no era capaz de comprender la magia ni aunque ocurriera ante sus ojos.


No os lo vais a creer, pero está basado en una historia real.
Anoche nació Julia, aunque no sé si ese será su nombre.
Cosas así solo pueden contarse en clave de realismo mágico.

Comentarios

  1. Tus sobrinas? :)
    Me ha encantado la historia ^^

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    Respuestas
    1. Son las hijas de una amiga de mi madre que tiene la costumbre de tener hijos por sorpresa, sin que nadie sepa que está embarazada. Ya me gustaría tener sobrininos, pero creo que me va a tocar esperar un tiempo xD

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  2. Superbonito cariño! Realmente MÁGICO!!!


    XDXDXDXD

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  3. Pues sí, Bettie, ha sido muuuuy bonito :)
    La verdad es que tiene que ser un poco complicado pasar 9 meses sin que nadie se entere de un embarazo O_o

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  4. La realidad supera la ficción...
    Hermosa historia.

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