Sentimientos que no me gustan nada.

Una de cal y una de arena. Empezaba el día con un pensamiento positivo, y lo acabaré con uno de los que no me gustan.  No porque sea negativo, sino porque es mezquino, y no me gusta ser mezquina. En absoluto.

Resulta que la cosa está mu mala, por muchas razones, pero en lo que respecta al trabajo, la situación es verdaderamente dramática.  


Convivo con una persona que ronda ya el año y medio en paro. Y como aún no hemos aprendido a vivir del cuento, la situación es bastante desesperada. Yo recuerdo pasar los dos meses de verano buscando trabajo, frustrada porque las únicas llamadas que recibía era para vender seguros puerta a puerta, a comisión, y sobre todo, pagándome yo misma el cupón de autónomo.  Mi pareja me apoyaba, con la comprensión de aquel que ya sabe lo que se sufre, de la frustración que se siente. Y ahora lo sabemos los dos. 

Te esfuerzas por pensar: "tarde o temprano me toca". Pero pasa el tiempo y ni siquiera recibes llamadas para entrevistas de trabajo. Cuando, por fin, tienes una entrevista, te conviertes en un manojo de nervios, y sin querer, te haces ilusiones. Ilusiones que acaban desmoronándose. Y casi un año y medio de esta dinámica es mucho tiempo. El trabajo sigue sin tocarnos, pero esta situación nos afecta profundamente. 

Esas decepciones, esa desesperación, ha hecho que brote en mí un sentimiento muy desagradable y mezquino. Cuando me entero de que alguien ha conseguido un trabajo, lo primero que siento no es alegría, sino envidia y malestar. Me pregunto por qué no nos toca a nosotros. Y si además se trata de alguien que apenas ha perdido un trabajo encuentra otro, el sentimiento es más punzante y doloroso. Dura apenas unos instantes. Momentos después recapacito y pienso en qué suerte para esa persona. Qué bien que tenga una preocupación menos. Qué alegría que no vaya a sentirse como yo.

Y me siento como una mala persona por mi primera reacción. Y espero, de nuevo, que pronto nos toque a nosotros para que mi alma deje de envenenarse por la desesperanza.

Comentarios

  1. No sabes cómo me identifico con esto... Sólo puedo darte ánimos, también como una forma de dármelos a mi misma. Esto tiene que pasar, nos tiene que tocar, lo peor es la incertidumbre de no saber cuándo. Estás formada, eres constante, responsable, tiene que llegarte. Es inevitable sentir pérdida de control, porque evidentemente esto no está en nuestras manos.
    Ojalá dentro de poco pueda leer que habéis encontrado trabajo, aunque sienta una punzadita de envidia, luego seguro que me alegro ;)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias linda, pues nada, tendremos que apoyarnos unos a otros, que es lo que nos queda mientras tanto... :) ¡Bienvenida!

      Eliminar
  2. Bettie ¡eres humana! Es inevitable tener ese pensamiento de entrada, no es mezquindad, es frustración...

    No se puede pensar siempre en positivo, no somos autómatas programados ni somos dios (que dirían otros), somos personas que pasan situaciones y momentos duros y que a pesar de todo intentamos siempre seguir adelante con una sonrisa...

    Tú eres una bella persona, Bettie, y opino como "Mi burbuja, mis normas": te llegará en el momento apropiado el trabajo apropiado y a tu pareja también.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ya, si entiendo todo lo que dices, pero no puedo evitar sentirme mal por esa punzada de envidia...

      Gracias por los ánimos.

      Eliminar
  3. Si yo te contara... una de las razones por las que me dejó mi expareja fue porque le echaron del curro, la mayor empresa en lo suyo de España, y posteriormente creyó que tendría que irse porque aquí no encontraría un curro mejor. Por primera vez en su vida se tuvo que hacer la pregunta de si me llevaría a un país extranjero o no si se fuera, y decidió que no. LOL. Los jóvenes estamos muy, pero que muy muy jodidos. Si yo me tengo que ir algún día no tendré a nadie a quién llevarme y tendré que empezar de cero en otra ciudad, conocer otra gente con lo difícil que es cuando estás solo... No sé, es lo que decía un artículo de 'El país', esto ya no es una aventura, esto es triste. Se entiende perfectamente la envidia y la situación es chunga, pero llegará... y cuando llegue lucharemos desde la enseñanza para crear alumnos que luchen contra el sistema, jajaja.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Lo siento mucho Isa. ¿Ves? Yo por esa parte, veo lo que hemos pasado mi novio y yo juntos como una gran prueba de resistencia.

      Y sí, es triste. Porque cuando tienes que irte por obligación deja de ser una aventura. Y no creas, habrá quien tenga alguien y tenga que dejarlo atrás por un tiempo, hasta que la cosa mejores.

      Pero bueno, seguiremos tirando para delante, esperando nuestra oportunidad, ¿no? :)

      Eliminar

Publicar un comentario

¡Adelante! Deja tu retal :)

Entradas populares de este blog

Cómo aprobé el nivel Avanzado de la EOI preparándome por mi cuenta.

Tontos-a-las-tres.

Libro: La edad de la ira, de Fernando J. López